Pain of Salvation

He caminado en este camino desde ya hace muchos años…



…he gastado todas mis lágrimas



…he dejado muchas cruces atrás.



Quizás esta vez es suficiente. Llévame a casa!


martes, 10 de abril de 2007

Complejamente simple?

No hará mucho tiempo atrás, mantenía un interesante monologo vía mail con dos de mis mejores amigos (Jay y Arjen), y entre los problemas existenciales que nos planteábamos (y que jugábamos a ser sabios), salió el tema de ser “simplista”; tema que, obviamente, lo relacioné con la música. Y esto fue más o menos lo que escribí…
Ser “simplista” no es ser mediocre… Para ser simplista uno llega a comprender (en sensaciones) “lo importante del todo de la vida”. Es desistir de cosas que realmente no tienen necesidad para llevar una vida plena, y esto no es ser un ignaro, de ninguna manera. Claro que es común que personas egregias y de alta reputación se llenen la boca con rimbombantes palabras que a uno lo hacen sentir “ordinario”, pero que en realidad su “supuesta sabiduría es necia para con la vida”.
Uno de los principios de el “Camino” que tanto se expresa en el Tao y que Buda lo aplicó, es que la experiencia no te la da el tiempo vivido, ni cuanto sabes y tienes, sino el tiempo meditado y reflexionado. Otros como Jesús o su imitador extremo (en el buen sentido) Francisco de Asis, apelaban a la vida simple para el conocimiento del todo.
Recuerden al joven Siddharta que transito por varios caminos y encontró su verdad en el “simple fluir de un rio” cuando ya era maduro… (lo que me recuerda a la canción en su honor “Close to the Edge” de Yes)
Yo mismo fui fiduciario a esa verdad. Me sentí eido (o semejante) al joven brahmán. Mi alma estaba desvaída espiritualmente por caer en la sabiduría del hombre, convirtiéndome en pléyade y a la vez en un ser “falsamente” portentoso, porque cuando se sabe tanto y se transita por distintos caminos de la teosofía y apostando a ensoñaciones quiméricas, se pierde todo juicio, se nubla la verdad y se apega uno al escepticismo… y uno quiere más y sabe menos, aprende más y cree en nada.
Aventurarse en dichas empresa es ser pródigo para con la vida…gasta el tiempo en querer comprenderla cuando la verdad está en fluir con ella. Claro que como occidentales nos cuesta creer esto y creemos que todo es una gran tradición y que existe un gran secreto ostentoso. Pero la verdad es simple e inexorable cuando tenemos una mente abierta y un corazón predispuesto…
Con esto no estoy diciendo que sea fácil y que “el equilibrio” te proporcione ganancias. No. Pero seremos más ricos espiritualmente.
Bien sabemos que estamos en un mundo en donde la mayor parte es antinatural con los designios divinos para con su original propósito, pero el buen estado comienza en uno mismo…en entender el milagro que uno es en la vida y saber percibir la “magia” (por así decirlo) que nos rodea.

En lo musical hay algo muy similar al simplismo y es el “espiritualismo” y en otra rama el “minimalismo”. Por ejemplo: Steve Vai recurre a las emociones fuertes del espíritu y busca la melodía simple que toca el alma en su alubión de locura, en su mayoría de las composiciones deja que lo espiritual este por sobre el virtuosismo. Ritchie Blackmore comento una vez cuando lo quisieron enfrentar a Yngwie Malmsteen: “Menos es más” y ahí lo sentís en sus espectaculares solos. Robert Fripp tuvo su transición de dejar demostrar su sabiduría en la música para que ésta toque a través de él. Mike Oldfiel piense que es mejor un solo sonido de varias voces, que una ráfaga de notas de un instrumento. Tak Matsumoto dice que “solo observando la belleza del mundo, oyendo sus sonidos, y aprendiendo del mas humilde de sus criaturas, se componen las más hermosas de las canciones”. Esa es la respuesta: “La simpleza de lo complejo”, el equilibrio, el Tao. Por eso es que descubrí que encuentro más en “Koi Uta” de Tak Matsumoto, que en “Larks Tongue in Aspic” de King Crimson (ojo!! Ambas son excelentes). Me dí cuenta que no es tanto lo que necesitamos, aun en este siglo XXI, y que se puede estar fuera del sistema viviendo en él (porque por ahora no tenemos la suerte de un Arjen Lucassen o un Mike Oldfield).

Es muy distinto ser “simplista” que ser “simple de mente” en donde en su mayoría usan las manos para sumar 4+3 y mueven su cabeza al son del “tuk, tutu tuk, tutu tuk, tutu tuk” (cumbia y esas basuras). Siempre tiene mas gracia el hombre con prosapia que putea, que el bestia que no quita de su vocabulario el “che, vo’…boludo, vite’ss!!!”

Ser sabio en lo simple es una transición y lleva su trabajo en la meditación y la contemplación del fluido de la vida, pero todas sus enseñanzas están muy lejos de ser una carga y de llevar a la frustración.
Algún momento podríamos practicar la meditación juntos. Recuerden que meditar no es solo perderse en el OM…Tanto Siddharta como Bilbo Bolson meditaban en la vida.
Todos nos encontraremos alguna vez en la gran canción que es el Universo, pero de forma simple.
Esta es la “filosofía” o la verdad de “Eric Grape”, pero ésta es aun mas simple y campechana….aunque esto es tema para otro discurso, y otras explicaciones que daré en el futuro.
Un abrazo a todos…

Juiahnn