Pain of Salvation

He caminado en este camino desde ya hace muchos años…



…he gastado todas mis lágrimas



…he dejado muchas cruces atrás.



Quizás esta vez es suficiente. Llévame a casa!


viernes, 28 de diciembre de 2007

"Second Nature". Dominic Miller (parte 3)

Como su nombre lo expresa, “Second Nature” es el segundo disco en solitario de Dominic Miller, producido por el mismo, y grabado en Londres y en Paris en 1999. La mezcla final estuvo a cargo de Laurent Lozahic en el “Zorrino”, y masterizado en Elcyon Musique por Federic Marin, ambos en Paris. Pero en todos los casos, el propio Dominic siguió muy de cerca todo su proceso.
“Second Nature” es como una secuela de “First Touch” porque suena puramente a Dominic, pero no tiene la misma intención. Aquí se encuentran mas elementos y hasta otro tipo de composición…ojo! No estoy diciendo que sea mejor, es solo diferente a su predecesor.

El disco comienza con “Introduction”, un tema 100% Dominic con su estilo de “nylon string” y un dejo a “First Touch”. En su corto minuto, un segundo, nos da la bienvenida para pasar a “Truco”, tema que escribió junto al bajista Pino Paladino. Con un sonido de ambiente de “bar porteño”, la canción despierta la sensación del famoso juego de naipes argentino, con sus “barajadas”, guiños y mentiras (se disfruta más si conoces el juego). El tema es percucibo a causa del “palm tapping” que realiza Dominic, para luego darles paso a unos pequeños solos de bajo llenos de groove. Si quieren verlo en vivo, busquen en el “Youtube” el video “Dominic Miller, truco”, y ahí lo verán, acompañado del excelente baterista Manu Katche. Imperdible!!!
Y hablando de Manu, es él quien lo acompaña en el tercer tema (junto a Pino en bajo) llamado “When I Close My Eyes”, con una batería sutil y jazzera sobre una base de guitarra eléctrica y una melodía de cuerdas de nylon. Ambient-fusion lo llamaría…son de esos temas en que si fuera uno quien los toca no pararía de improvisar.
“Foi Boa” es sentida, lenta, y hasta un dejo mística, hasta que se vuelve urbana nuevamente con la batería de Manu que le hace de estribillo junto a los tambores del percusionista Yovo. El tema es cambiante, pero siempre hacia lo agradable, y eso lo hace un poco el sonido sutil de la flauta de David Heath y las cuerdas steel de Gus Isidore. No se por que, pero yo lo escucharía con una copa de un buen vino Malbec, jaja!
“If” dura apenas dos minutos, pero es dos minutos del alma más pura de Dominic. Un sonido cálido y abierto para una bella y pequeña melodía.
Nuevamente, los “Tweeters” (Miller-Paladino-Katche) se encuentran armando una canción en “Unify” con estilo de jazz parisino y callejero, sobre todo por la harmónica que aporta Adam Glasser y la percusión de Miles Bould. Ya a estas alturas del disco es muy notoria la diferencia con “First Touch”, y este es un tema que lo demuestra. Dominic compuso algo mas como para banda y por eso requería de otros músicos. A esto es por lo que me refería a un disco diferente…
El séptimo tema se llama “Rest in Peace”, que nuevamente con el apoyo de algunos platillos de Manu, Dominic se explaya en un tema tranquilo y sin sobresaltos. Como su nombre lo indica, “descansa en paz”, sea a lo que se refiera, da esa sensación.
“Lullaby To An Anxious Child” es un hermoso tema escrito por Dominic y Sting, que aunque no sea cantado, una voz te viene a la mente al escucharlo, y es casi irresistible no agarrar una guitarra clásica e intentar sacarlo. Yo, que lo e hecho, les digo que la satisfacción es grandísimo y la calidez que llena el corazón es aun más.
“A Cause” es el noveno tema, y nuevamente con Paladino al bajo y Glasser en la armónica, hacen de esta canción una especie de jazz porteño, el cual es tan agradable al oído que sus tres minutos y pico se te hacen cortos.
Le sigue “Quiero Decirte”, otro tema con sabor argentino y muy Miller. Dos guitarras que van seduciendo por una melodía entradora y virtuosa, mientras que un tal Diego Kovadloff “le habla a quien se la dedica” con un tono “ganador”.
Los Tweeters se despiden (pero no acaba el disco) con “In A Whisper”. Si bien el tema no es tan entrador como el resto, lo gana por hipnótico. Tanto Dominic, como sus dos compañeros, se liberan en una especie de ambient jazz, tan sutil que no deja residuos de melodías en la mente, pero si una extraña sensación…
El disco termina con “The Last Song”, tema escrito por Elton John, pero que a través de las guitarras de Dominic toma un sabor, quizás, mas frágil, reflejando un profundo amor por la vibración sonora de sus cuerdas…La canción se arrincona en el corazón, y se acurruca en nuestras emociones hasta sacarnos extrañas lagrimas de felicidad, para que con un dejo de nostalgia recordemos este excelente álbum.
Nuevamente, Dominic Miller, supo como tocar nuestras fibras sensibles del alma…

Juiahnn.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Gracias.


Por estos días se ha cumplido un año desde que me animé a darme a conocer, y escribirles desde mi corazón a ustedes…aquellos buscadores de nuevas palabras, de una historia, de un consejo, o un sonido. Ya un año que son parte de mi rutina: sentir, escribir, leer sus mails, pensarlos, responderlos, y sobre todo conocerlos. Gracias a cada uno de ustedes por leerme…tendría a muchos para mencionar. Simplemente gracias por hacerme un lugar en sus vidas…
No quisiera pasar por alto a mis alumnos del dojo Guitar Zen “Kamihira Ryu”, y agradecerle a cada uno de ellos: Enrique, Marian, Sebastián, Ana, Jay, Rafa, a los dos Matias, Esteban, Agustín, Cristian, a mi batero y alumno Diego, Fede, y Maia (gracias por la biografía de tu blog). Gracias a mis viejos discípulos que ya recorren su camino: Dylan, Ian, Damaris, Sebastián, Nacho y otros locos que andan sueltos por el mundo…
En fin, gracias por estar hoy leyendo esto…
Gracias a todos!!!

Best Regard and Light bless you!!

Juiahnn.

lunes, 17 de diciembre de 2007

“First Touch”. Dominic Miller (parte 2)





“First Touch” es el primer disco solista de Dominic Miller, lanzado en 1995, y grabado en su totalidad en el estudio personal (en la parte tranquila de su casa, según él) en Londres. Con hermosas y sentidas fotos, a cargo de Sasha Gusov, “First Touch” da una calida bienvenida desde lo visual.
Hablaría durante horas sobre este disco, y como le dije al propio Dominic, tengo un recuerdo para cada canción. Pero prometo ser breve y no tan entusiasta (lo intentaré, ja ja)
El disco comienza con “Eclipse”, una melodía finamente armada en lentos arpegios proveniente de una sola guitarra con una bella reverberancia que le da un sonido algo sombrío sin llegar a la tristeza.
Le sigue “Do You Want Me” con una intro descendente para llegar a una melodía algo urbana. Aquí aparece de vez en cuando una segunda guitarra adornando con armónicos y algunos links una nostálgica canción.
“February Sun” es el tercer tema, tan cálido como el sol de invierno. La canción te transporta a una habitación iluminada de alguna bella ciudad, como Paris, o Buenos Aires…no lo se. Esa es la sensación que me da. Tiene algo de jazz, algo de tango…es simplemente magnífica.
“Rush Tour” es el track numero cuatro, y comienza con un veloz y virtuoso leite que, a pesar de ser hecho con cuerdas de nylon, ni la mas distorsionada y metalero de las guitarras lograrían esa intención. Pero eso es una intro y un final, porque el medio de la canción es cálida y sugerente. Hay algunas notas grabes que le dan cierta intención a un contrapunteo que se asemeja a un reloj. Es sencillamente virtuosa!!!
Con el quinto tema, “La Boca”, encierra en cuatro minutos toda la bohemia y la nostalgia de lo que podría ser (el lugar) “Caminito” de La Boca. Es una especie de tango jazz ambient que te lleva hasta un final algo afrancesado acompañado de un bandoneón. Un tema que se disfrutaría a plenitud, cualquier día de otoño, en una cafetería de esa ciudad. Aun sin eso, todo es perfecto!!
En “Looking For” deja las cuerdas de nylon por las de acero para crear el ambiente…Me gustaría saber en que pensaba cuando compuso esta canción, pues yo no puedo quitarme de la cabeza el sentimiento de “amor verdadero”…Quizás me equivoque, pero hay algo muy profundo allí.
La séptima canción se titula “Buenos Aires” y sin caer en la obviedad del tango, el tema tiene el sonido, el sabor y la bohemia de la ciudad. A lo largo de la melodía narra cada rincón de “la gris ciudad”. Aquellos que conocen a la bella Buenos Aires sabrán de lo que hablo.
Pegado, le sigue “Scan”, una melodía arpegiada acompañada por una batería sutil que le da su toque de jazz. Es hipnótica, y aunque quizás no sepa a donde te lleva su pensamiento, no dejas de mover el pié al ritmo de la canción.
“David” es el noveno tema. Profundo, sentido, y lleno de luz. La melodía de la guitarra se desliza sobre un frágil fondo de cuerdas y contrabajo a cargo del bajista Pino Palladino. Otro tema que, sin saber quien es David, te despierta la sensación de un profundo amor.
El tema numero diez se titula “Ten Years”, y es otro de los temas incógnitos del disco. Es algo oscuro pero sin perder lo cálido de su melodía serena, que en ocasiones, es acompañada por una voz lejana y profunda a cargo de Mike Lindup.
El disco cierra con “Last Dance”. Tema alegre, jazzero y perfectamente armónico. Al igual que en “Scan”, Barry Kinder se hace cargo de la virtuosa batería, mientras que Dominic graba una melodía en lo profundo del oyente, como un buen abrazo, o una caricia al alma.
Así es, en forma reducida, “First Touch”…un disco que dura poco menos de cuarenta minutos, pero que se lleva toda la vida.

Juiahnn.

martes, 11 de diciembre de 2007

Un argentino en Londres ...Dominic Miller (parte 1)






Corría el año de 1996 y yo estaba en plena época de practicar en la guitarra de seis a diez horas diarias para pulir mi técnica y mi velocidad sobre el diapasón. Soñaba con llegar al panteón de los “super-guitarrista” y ya desde ese tiempo fui considerado una promesa de la guitarra shredd. Tenía como mentor a Steve Vai (aunque no había llegado a comprender del todo su aura), y junto a él, lo seguían una larga lista de guitarristas “gimnásticos” que provenían de la excesiva década de los 80. Recuerdo poner el metrónomo a gran velocidad y digitar sin esfuerzo (pero sin sentimientos) una buena cantidad de notas. Creía que el mundo necesitaba un nuevo profeta del diapasón…

-Sabes quien es Dominic Miller?- me preguntó mi primo entrando a mi cuarto aquella tarde de invierno. No tardé mucho en recordar una publicidad de los amplificadores “Trace Elliot” de la revista “Guitar Player”: -Si, es el guitarrista de Sting-
-Y escuchaste su disco solista?- agregó.
Un disco solista!! pensé…Todo disco solista de un guitarrista tiene que estar llena de cosas vertiginosas!!!
-No…ni sabía que había sacado un disco.-
-Bueno, acá lo tenés- me dijo mientras me entregaba un cd con un inspirada portada en sepia, la cual se titulaba “First Touch”…
(Hoy me río cuando recuerdo que al leer el titulo “Eclipse” pensé en el tema de Yngwie Malmsteen…)
Puse el disco cuando el cielo bañaba de carmesí la tarde, preparado para desmelenarme… Pobre tonto que solo cree que la verdad se halla en los malabares de las cuerdas!!
Mi habitación se inundo de un profundo sonido acústico proveniente de una guitarra de cuerdas de nylon, luego se iluminó con la complejidad de lo simple. Cada nota escondía una fuerte emoción…y yo, entendí que todo por lo que luchaba era en vano y carente de sentido.
Desde ese día, dejé de internarme con el metrónomo en mi cuarto, y preferí ir con mi guitarra a tomar un café…

Ahora, vos sabés quien es Dominic Miller?..

Para esta primera entrega, te dejo que él mismo te lo cuente…

Juiahnn.



“Soy un músico. Mi instrumento preferido es la guitarra. He hecho algunas cosas en mi carrera de las cuales me siento muy orgulloso. No creo que mis triunfos y éxitos se puedan medir por la cantidad de público que tuve, o por la cantidad de ventas de mis CD´s… y en parte, es por esto que estoy escribiendo mi propia biografía. Para aclarar un poco a lo que me refiero, voy a nombrar a algunos de los artistas con los que he trabajado y que han sido parte de mi viaje como músico.”

“Fui invitado a tocar, a mediado de los ochenta, con el percusionista Miles Bould. Lo que fue una gran oportunidad para mostrar mi estilo y mi manera de interpretación. Esto hizo que me recomendaran a tocar en al álbum de 1988 de Julia Fordham, producido por Hugo Padgham, que en ese entonces, también estaba produciendo alguno de los mejores discos de Phil Collin. Fui invitado para colaborar para el disco, el cual tuvo el gran éxito mundial “Otro día en el paraíso”. Allí conocí a Sting, con el que no tardamos en congeniar, y me uní a su banda para grabar “The Soul Cages (1991)”y hacer una serie de recitales, hasta cinco giras mundiales en todos estos años, y desde entonces sigo a su lado. Sting, es sin duda, el artista que mas a influenciado en mi carrera y con el que mas he tocado.”

“Hacia finales de los años 80 me hice más prolífico como músico de sesión. Tanto Pino Paladino como Manu Katché han estado ha menudo con migo en diferentes proyectos de estudio. Ambos han sido muy influyentes en mi enfoque como instrumentista. Todo esto es de un valor espiritual incalculable. Hemos participado juntos en muchos álbumes de diversos artistas de todo Europa, y más allá.”

“En 1989 me incorporé a The Pretenders. La oportunidad de unirme a la banda de Sting llegó aproximadamente en la misma época, lo que me puso en la posición de tener que hacer una elección entre los dos. Hasta el día de hoy no se si hice lo correcto, pero a juzgar por cómo me siento, sospecho que lo era.”

“Tocando con Sting me abrió innumerables oportunidades. He tocado por lo menos en cien discos desde que lo conocí. Mi confianza como músico ha crecido como consecuencia de ello. He grabado seis álbumes en solitario y conjuntamente he escrito canciones para otros artistas….algunos con éxito y otros no, pero todos valieron la pena.
Lo que más he aprendido de Sting es la importancia de la búsqueda y el crecimiento como músico. Esta es la razón por la que sigo siendo un estudiante de los distintos géneros y disciplina de la música.”

“No veo la necesidad de dar ningún nombre más. Esto se puede ver en la diversa discografía de mi carrera. Sin embargo, la persona más influyente en mi carrera tendría que ser mi hermana mayor; Julie, que me inició en la guitarra cuando yo era muy joven.
Nací en Buenos Aires, Argentina, en 1960, hijo de padre y madre irlandeses. La música que solía escuchar de pequeño fue The Beatles, The Rolling Stone, música de Bossa Nova, el tango y el folclore argentino, la música de iglesia y la música clásica, música folk irlandesa, y blues. Fui a la escuela secundaria en Wisconsin (Estados Unidos), que me dio una comprensión de la cultura americana y su música. Luego, a los 18 años de edad, me mudé a Londres (Inglaterra) para estudiar guitarra clásica y composición en la escuela Gildhall de música, y he vivido aquí desde entonces.”

“Soy un orgulloso padre de seis hijos. El mayor de veinte y la menor de unas semanas.
Estoy muy satisfecho con mi vida, y mi viaje musical continúa…”

Dominic.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Nick Drake (parte 5)


Un dejo de nostalgia me invadió al terminar con esta seria de notas sobre Nick Drake…y justamente ayer, un extraño día fresco y lloviznoso en el que luego de escucharme de un tirón su discografía, tome la vieja guitarra acústica del Capitán Ryan Burke, y comencé a tocar algunos temas. Así fueron saliendo “Pink Moon”, “Horn”, “River Man”, “Cello Song” y “Fruit Tree”, entre otros. Y fue después de un largo rato que, apoyado a la guitarra, me perdí en el verdoso paisaje de los árboles mojados por la lluvia. “¡Qué excelente y completo músico fue!” pensé… “Un gran letrista, una buena voz, y una forma particular de tocar la guitarra”…es decir…no era Hendrix, ni ninguno de las bestias que rondaban por esos tiempos manipulando sus guitarras…Lo que hacia Nick, iba mas aya de un acompañamiento (chord) de una canción, o de un solo (lead) de guitarra…Nick ponía todo eso junto, de forma sutil y finamente trabajado, lleno de sentimiento, y a la vez, acompañado por su calida voz que casi siempre le daba melodía a su arpegio a contratiempo y saltarín. Nick inventaba sus propias afinaciones en la guitarra, que si bien no eran difíciles, estaban destinadas para su arte sonoro.
Un buen ejemplo de su técnica (es decir cantar y tocar dos cosas distintas) podría ser la simple, pero no menos fácil, canción “Know” (del disco Pink Moon):
La guitarra hace lo siguiente (en afinación estándar)…

HO HO
I------------------------------------------------------I
I------------------------------------------------------I
I------------------------------------------------------I
I---------------------------------7--8--9------------I
I-----7---------7--7---------7-----------------------I



…Ese es todo el riff, lleno de groove con algo de blues, y que lo repite durante todo el tema. La dificultad no está en tocarlo, sino en cantar la distendida melodía que le pone arriba. Consigan la canción, escúchenla, tomen el feeling del riff, y canten arriba…verán que maravilloso es la complejidad de lo simple, ja ja!!
Cuantas de este tipo de estructuras musicales habrá jugado Nick, en su habitación, frente a la grabadora de cinta?!!

Para concluir, les dejo la tablatura de “The Thoughts of Mary Jane” (de Fives Leaves Left) para que practiquen, no solo tocar una pulidísima digitación arpegiada, sino que la puedan cantar mirando el atardecer…

La afinación que Nick usó es, (de la 6 a la 1) E A D F# B E, y poniendo un trasporte en el capo 5.
Disfrútenlo y será hasta la próxima nota de este blog!!


Intro:

------0----0---------0-0------0-

---2----2---2------3--3----0----

--0-0-----0--0----0-0---0-0-2---

-2---2-2-2----2--0-------0---0-0

0--0--0-0--0---02--2--2-------2-

------------------------0---0---


verses:

------0----0----------0-------0-

---2----2---2------3-------0----

--0-0-----0--0----0-0-----0-2---

-2---2-2-2----2--0---0-0-0---0-0

0--0--0-0--0---02--2--2-------2-

------------------------0---0---


"where she's been..."

-----------0---------------0-----------------2----------------0-

---2----2---2------2----2---2------2-------0--0----3-------0----

--2-2-----2--2----0-0-----0--0----0-0-----0-0-----0-0-----0-2---

-2---2-2-2----2--2---2-2-2----2--1---1-1-1-----1-0---0-0-0---0-0

0--0--0-0------00--0--0-0------00--0--0-0--0--0-2--2--2-------2-

------------------------------------------------------------------0---0---


Who can know the thoughts of Mary Jane
Why she flies or goes out in the rain
Where she's been and who she's seen
In her journey, to the stars

Who can know the reasons for her smile
What are her dreams when they've journeyed for a mile
The way she sings and her brightly coloured rings
Make her the princess of the sky

Who can know what happens in her mind
Did she come from a strange world and leave her mind behind
Her long lost sighs and her brightly coloured eyes
Tell her story to the wind


Juiahnn, “...Ton et poète...”

jueves, 29 de noviembre de 2007

Nick Drake (parte 4)


Después de Pink Moon, Nick empeoró. Se autoingresó en un hospital psiquiátrico local durante cinco semanas y después volvió a casa de sus padres. Decía que no entendía el sentido de la vida.
Como no era capaz de escribir música buscó otra cosa que hacer. Visitó la oficina de reclutamiento del ejército pero no superó la entrevista. Después lo contrataron como programador de ordenadores en la empresa de su padre, pero tuvo que viajar a Londres y vivir solo en un hotel, y a los tres días lo dejó.
En febrero de 1974 Nick Drake grabó sus 4 últimas canciones ('Voice From The Mountain', 'Rider On The Wheel', 'Black Eyed Dog' y 'Hanging On A Star') con la ayuda del leal
John Wood, que pretendían ser el inicio de su próximo álbum. 30 años después se supo que en aquellas sesiones habían grabado una canción más: 'Tow The Line'.
Drake estaba morbosamente deprimido cuando escribió las canciones. En el estudio, una vez terminadas las pistas instrumentales, Wood le dijo: «Estás teniendo problemas con las palabras». «Sí –replicó él–, no puedo pensar en palabras. No siento ninguna emoción respecto de nada. No quiero reír ni llorar. Estoy insensible, muerto por dentro».
Tras este intento fallido Nick decidió dejar de cantar, y esta decisión le hizo sentirse feliz de nuevo. Se fue a París a vivir en una barcaza sobre el Sena, y decidió que le encantaba estar ahí y que refrescaría su francés. Decía que no iba a volver a grabar canciones, pero que las escribiría para otros, tal vez para la cantante francesa Françoise Hardy, que ya en una ocasión se lo había pedido. Era el verano de 1974.

25 de noviembre de 1974. Nick solía dormir a menudo hasta tarde en
Far Leys, pero era mediodía y no se había levantado todavía. Molly, su madre, subió a ofrecerle el desayuno. Cuando abrió la puerta de su habitación vio varios discos junto al 'pick-up' estéreo. Sobre el plato, uno de los conciertos de Brandemburgo de Bach, una música que su hijo escuchaba a menudo. Nick Drake yacía muerto en su cama.
La muerte se había producido sobre las 6 de la madrugada, debida a una sobredosis de Tryptizol. Se trata de un antidepresivo que Nick solía tomar, y que en esta ocasión había ingerido, tal vez por equivocación, en lugar de sus píldoras para dormir. El ayudante del juez de instrucción declaró que se trataba de un suicidio. Lo cierto es que Nick no dejó ninguna nota, y nunca sabremos si realmente quiso quitarse la vida.
Nick Drake está enterrado en un lugar marginal del cementerio de
Tanworth-in-Arden. Su modesta lápida (en la que aparecen también los nombres de sus padres ya fallecidos) mira hacia un paisaje de colinas y praderas. Un lugar de descanso ideal para un hombre tan enamorado de las generosas ofrendas de la naturaleza.

Tras la muerte de Nick, en 1974, su fama ha ido aumentando progresivamente, conforme se han ido dando a conocer sus canciones. Hacia 1986 Drake continuaba todavía siendo objeto de interés sólo de élites. De hecho, sus tres discos se habían mantenido en catálogo milagrosamente gracias a
Joe Boyd, que los había editado en una hermosa caja: 'Fruit Tree' (Island Records, 1979). En agosto del 86 se rediseñó la edición en una caja que añadía un cuarto disco con las 4 canciones grabadas en 1974 y otros trabajos inéditos: Fruit Tree (Hannibal Records, 1986). Este cuarto disco fue publicado un año después separadamente con el título Time Of No Reply (Hannibal Records, 1987).
En 2003, Gabrielle Drake, John Wood y Robert Kirby, recopilaron material de estudio perdido o escondido durante años, así como grabaciones caseras en Cambridge y el tema 'Tow The Line' grabado en 1974 y del que nadie había vuelto a saber en casi 30 años. El resultado fue
Made To Love Magic, álbum aparecido en 2004.
La canción 'Fruit Tree', aparecida en su primer álbum, cinco años antes de su muerte, resultó ser el tema más autobiográfico de Nick Drake: «La fama es tan poco sólida como un árbol frutal; nunca florece hasta que su tronco yace en el suelo».
Joe Boyd escribió al respecto de estos versos: «Las proféticas palabras de 'Fruit Tree' se han hecho realidad. En los versos de la canción puede oírse un estremecedor anuncio de los acontecimientos. Nick parecía conocer su destino y lo aceptó poéticamente, con lo que puede considerarse como humor irónico. Es difícil decir qué es exactamente lo que hace eterna a su música. De una forma discreta, él era una persona poderosa. Le habría encantado ver la atención y el respeto que despierta su música actualmente, pero escuchando sus letras empieza a parecer que él pudo haberlo planeado todo de esta forma.

Espero que les haya sido “interesante” la biografía de éste poeta y músico…

Será hasta que el sol vuelva a entibiar nuestros corazones…

Juiahnn
“La douleur c’est la noblesse unique…”

sábado, 24 de noviembre de 2007

Nick Drake (parte 3)



…y así siguió la vida de Nick…

Bryter Layter, el
segundo álbum de Nick Drake, publicado en 1970, suena menos desolador que Five Leaves Left. Los ritmos de piano sincopados y los alegres saxos y flautas parecen burlarse de las melancólicas letras.
En el estudio de grabación continuó la búsqueda de Nick de la perfección. Rechazó varias veces las grabaciones finales por no estar satisfecho con los arreglos. Al final, la grabación del disco duró unos nueve meses. En sus arreglos se adivina una influencia de
Joe Boyd y John Wood (productor e ingeniero de nuevo) mayor que en Five Leaves Left.
Se cree que Nick no disponía de más canciones que las 10 que componen el álbum, pero, en todo caso, se sentía tan orgulloso de los tres temas instrumentales incluídos que no se habría resignado a prescindir de ellos.
Boyd y Wood consideran a
Bryter Layter el álbum más perfecto que hayan hecho, una auténtica obra maestra. Cuando se publicó Boyd dijo que el disco haría de Nick una estrella, pero se equivocaba. El álbum no se vendió tan bien como esperaban y Nick se sintió muy decepcionado, aunque la compañía, Island Records, estaba satisfecha con las 15000 copias vendidas.

Un honda depresión invadió los cuatro últimos años de la vida de Nick Drake. Poco después de la publicación de
Bryter Layter, Joe Boyd vendió su discográfica 'Witchseason' a Chris Blackwell, el propietario de 'Island Records', y se trasladó a Los Ángeles. Esto supuso un duro golpe para Nick, que –según su propio padre– quería a Joe más que a nadie.
Como Nick se sentía tan mal, sus padres, y el propio Boyd por teléfono, le insistieron para que visitase a un psiquiatra. Al final, ya en 1971, Nick accedió. El psiquiatra le prescribió tres antidepresivos diferentes, declarando que era un caso de depresión interna, sin causas externas concretas.
Pero Nick no era constante tomando sus píldoras; lo hacía como si fueran aspirinas para un dolor de cabeza. Empezaba a tomarlas y cuando se sentía mejor las dejaba, argumentando «voy a superar esto por mí mismo». Volvió a vivir con sus padres en
Tanworth-in-Arden, aunque hacía viajes esporádicos conduciendo hasta Londres.
La depresión se hizo agobiante. Nick solía sentarse durante horas en una silla, moviendo nerviosamente las manos sobre sus rodillas mientras miraba fijamente por la ventana u observaba el brillo de sus zapatos. Su amigo
Paul Wheeler recuerda: «Estaba muy distante. Se fue alejando, y alejando, y alejando, hasta que simplemente desapareció».

Pink Moon fue el
último álbum publicado por Nick Drake. En verano de 1971 Chris Blackwell, el dueño de 'Island Records', que apreciaba el trabajo de Drake, ofreció a éste su apartamento en la costa española. Cuando Nick regresó en octubre llamó a John Wood para grabar un nuevo álbum.
Grabó
Pink Moon en dos noches, cantando sin otro acompañamiento que su guitarra y unos escuetos arreglos de piano. Wood supuso que se trataba de grabaciones preliminares y le preguntó a Nick cómo quería que fueran los arreglos. Y Nick respondió que no quería arreglos con su famosa frase: «No frills» (sin florituras). El álbum era corto, menos de 30 minutos, pero Nick no tenía más canciones.
Sin atreverse a dar explicaciones a la compañía por la ausencia de arreglos, Nick Drake dejó la cinta master al recepcionista de 'Island Records', y ésta fue encontrada por sorpresa varios días después. El disco se publicó en febrero de 1972 y se vendió aún menos que sus antecesores.
En
Pink Moon los temas avanzan de forma relajada, dibujando una atmósfera homogénea dictada por una voz que es casi un susurro. La escasa estructura melódica hace de las canciones poesía esquelética, atascada en una comunicación a medias, rica en alusiones y metáforas, inescrutables referencias cruzadas hacia un ser torturado, que se mueve a tientas en la incertidumbre…

Continuara…ja ja!!
Ai obi êt!!!

Juiahnn.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Nick Drake (parte 2)



…y la seguimos con esta segunda parte de la vida del músico nostálgico.



Fives Leaves Left, el primer álbum de Nick Drake, fue producido en 1968 por
Joe Boyd. El título es una alusión a los estuches de papel de fumar 'Rizla', en los que un emblema con estas tres palabras (5 leaves left, es decir, quedan 5 hojas) avisa de que se está acabando el papel.
Se ha comparado
Five Leaves Left con el contemporáneo 'Astral Weeks' de Van Morrison por su coherencia de ideas e intensidad confesional.
En el estudio de grabación Nick sacó a la luz su fuerte carácter, según recuerda
John Wood, el ingeniero de sonido. La compañía había llevado a un conocido arreglista para preparar unas pocas canciones para una orquesta de 15 músicos. Nick empezó a irritarse cada vez más y más, y a pesar de su aparente timidez dejó clara su oposición a esos arreglos.
Así que llamó a
Robert Kirby, su amigo músico de Cambridge, que iba a comprender mucho mejor lo que Nick quería. Y la compañía contrató a Kirby, junto con un puñado de músicos, sorprendidos de lo bueno que era.
Los arreglos de Kirby en
Five Leaves Left son exuberantemente barrocos, con un abundante uso de instrumentos de cuerda, en particular violonchelos y contrabajos. Pero en primer plano están siempre la voz y la guitarra de Nick, suaves como para volar, sensibles como para modelar el ánimo o la emoción.

En julio de 1969 se publicó
Five Leaves Left. El álbum fue admirado por la crítica pero no se vendía bien.
Nick accedió a promocionarlo con actuaciones. Se presentó en el Royal Festival Hall de Londres con John y Beverly Martyn y los Fairport Convention. Nick Drake tocó sus canciones para una estancia abarrotada, sentado en un taburete y mirando a sus zapatos, nunca a la audiencia.
Después dio una serie de conciertos, un tour de ocho clubs, pero volvió deprimido. Las audiencias habían estado demasiado ocupadas hablando y bebiendo como para escuchar. La experiencia fue tan dolorosa que Nick nunca volvió a intentarlo.
Sin embargo, seguía buscando el estrellato y decidió continuar componiendo. Abandonó la carrera en Cambridge a falta de un solo año para acabar y se trasladó a Londres.
Tras compartir un piso en Notting Hill se mudó a una habitación individual en el barrio de Hampstead, cerca del campo. Vivía en la planta baja de un edificio victoriano, pasando frío y soledad. Decía que quería estar solo para trabajar. Y allí, en un par de meses, escribió las canciones para su segundo álbum,
Bryter Layter.

Escúchenlo y saquen sus propias conclusiones de su sutil melodía y la narración de su canto.

Hay mas sobre su vida, pero eso es material para otro día...

Nos vemos!!!

Juiahnn.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Nick Drake (parte 1)

El fresco poco a poco abandona el año, pero llegan esas hermosas tardes largas, las cuales son ideales para estar en silencio, en un lugar apacible, mirando el cielo, disfrutando de una fresca cerveza o fumando un aromatizado tabaco de pipa (si se quiere, también es compatible un cigarrillo y un mate).En esos momentos intento traer la nostalgia del otoño, y para que no se me haga tan sórdida la invasión turística a mi ciudad, me refugio en mi jardín a escuchar a Nick Drake (entre otros). Y fue así como recordé que, en el pasado verano, escribí en este blog, un pequeño articulo sobre su técnica de guitarra. Así que contagiado por la nostalgia, quisiera hablar de su vida, transcribiendo una información de la excelente pagina “La Luna Rosa”.

Si te gusta la buena música, sensible, trabajada finamente como una pieza de orfebrería, y encima con buena poesía, tienes que oír a Nick Drake. Necesario si sos musico, infaltable si sos escritor o poeta, elegido si sos artista.


Nick Drake nació en Rangún, Birmania, el 19 de junio de 1948. Sus padres, Rodney y Molly, eran británicos, de clase media-alta. Rodney trabajaba para una empresa de antigüedades y Molly era una cantautora aficionada. Cuatro años antes había nacido Gabrielle, la hermana mayor de Nick.
El trabajo de Rodney obligó a la familia a trasladarse a Bombay, India, siendo Nick aún un bebé.
El clima tropical perjudicaba la salud de Rodney, así que la familia Drake se mudó finalmente de regreso a Inglaterra, estableciéndose en
Tanworth-In-Arden, al sur de Birmingham y cerca de Stratford-On-Avon. Nick Drake tenía entonces cuatro años.
La casa en la que vivió la familia a partir de entonces se llama
Far Leys. Se trata de una laberíntica mansión de ladrillo rojo y piedra construida en 1912. La parte trasera se abre a un jardín inglés que se extiende tan lejos como la mirada alcanza y se pierde en las colinas verdes.

Nick Drake era muy observador y pasaba gran parte del tiempo a solas. Se preocupaba mucho, a veces demasiado, por los problemas de los demás.
Su familia amaba la música y Nick también se interesó por ella. Le encantaba la música clásica desde que era un bebé y ambicionaba llegar a ser un director famoso.
Aprendió a tocar el piano rápida y fácilmente. Con cuatro años ya componía; su primera canción se tituló "Cowboy Small".
A los ocho años empezó a asistir a la escuela en Sandhurst, y se convirtió en un miembro importante del coro de la capilla. Solía ser elegido delegado de clase y fue capitán del equipo de rugby. Sin embargo, el director del colegio señala que «nadie le conocía muy bien».
A Nick le encantaban el folk y el rock, y era fan de los Beatles. Pidió a sus padres una guitarra, con la que se inició en una voraz investigación que le llevó a crear su propio estilo en el punteo y la afinación. Enseguida empezó a componer con ella canciones extraordinariamente tristes.

Los estudios de Nick se iniciaron en
Marlborough, un prestigioso y elitista centro público para chicos, cuando tenía 13 años. Era un gran atleta y estableció un record en la carrera de 100 yardas que se mantuvo imbatido durante varias décadas. Michael Maclaran, un amigo de aquellos días, lo recuerda alto y encorvado, con la cabeza agachada como si siempre soplara un viento helado.
En Marlborough aprendió a tocar el clarinete, la flauta y el saxofón. También se unió a una banda de jazz de estudiantes llamada "The Perfumed Gardeners", que actuaba en fiestas escolares. Hacia 1965 su música preferida iba de Dylan a Bach, pasando por los Beatles.
En su vida cotidiana sufre de baja autoestima, lo que le lleva a temer el contacto físico con la gente y en especial con las chicas. Se dice que sólo se declaró a una chica en su vida, con resultado desastroso. Para escapar de esta realidad frustrante Nick empieza a construir su propio mundo imaginario, el mundo de sus canciones, poblado de princesas y pensamientos románticos.
Se ha especulado con la posible homosexualidad reprimida de Nick Drake, que explicaría en cierto modo muchas de sus actitudes y comportamientos a lo largo de su vida.
Nick Drake fue aceptado en el Fitzwilliam College de Cambridge, donde inició sus estudios de Literatura Inglesa en 1967.
Cambridge alimentó su melancolía. Abandonó el atletismo, dedicándose a leer poesía francesa, fumar hachís, escuchar música y aporrear la guitarra.

El aspecto físico de Nick era único. Medía 1,90 metros y caminaba jorobado. Sus manos eran enormes, sus dedos hermosos. Según su amigo
Paul Wheeler, «tu primera impresión de Nick era de una increíble elegancia. Sólo después descubrías sus gastados zapatos de cordones o que la chaqueta no le sentaba bien». Solía llevar pantalones de pana negros, zapatos o botas negros y una cazadora negra.
La fama del talento de Nick Drake como cantautor se extendió por el circuito de música folk de Cambridge, y solía ser invitado a tocar en pequeños pubs.
A finales de 1967 empieza a colaborar con
Robert Kirby, un joven estudiante de música, con el que trabaja en los arreglos de algunas de las canciones de Nick, que formarán parte de su primer álbum.
los 20 años un miembro del grupo Fairport Convention lo vio actuar y lo recomendó al productor
Joe Boyd. Cuando Boyd le llamó pidiendo una maqueta Nick estuvo encantado. El norteamericano Boyd, con sólo veintitantos años, era ya una leyenda local. Había creado la compañía Witchseason Productions, en la que grababan los más brillantes cantautores jóvenes de Inglaterra. Cuando escuchó la cinta de Drake quedó gratamente sorprendido por su calidad.

...la seguimos otro día.

Ai obi et!!


Juiahnn.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Victor Hugo Gonzalez Campello

Hoy no habrá enseñanza… Solo quería dedicar este espacio a una “pequeña gran persona”. Pequeña por que se cree el menor de los menores, al punto de que su humildad a veces no le deja valorarse como el gran hombre que es, ...y aunque muy alto no es, lo equipara con lo ancho!!! ja ja Todo un mamut!!

De gran corazón, leal y de palabra. Fuerte como los hombres de antaño. Porque en su simpleza radica su sabiduría y su conocimiento en Los Santos Escritos. Porque fue mi maestro en otro tiempo, y aunque nuestros caminos sean muy diferentes, siempre existirá el respeto y la admiración mutua.
Para vos, negrito!! Que el mundo te conozca y que pronto dejes prole en el mundo a venir.
Un abrazo!!!

martes, 6 de noviembre de 2007

Valores...


Hace unos cuantos años atrás, cuando los lazos con el hijo de un amigo se estrecharon tanto que lo adopté como “mi hermano menor”, en una dedicatoria de un libro, le escribí una serie de máximas, que si bien las enseñaba de forma musical, eran aplicables a todas las circunstancias de la vida…claro que en aquel escrito de primera página estaba cargado con cierto amor paternal…en fin. Esto viene a colación, pues en varios de los mails que me llegan (debido a este blog), me preguntan sobre los valores por los que me rijo, y que dogmas utilizo para encontrar un bienestar espiritual. Muchos sabrán que he andado por varios caminos y que la filosofía y la teología no son ciencias que desconozca, sino que, a pesar de que no las profeso, me fascinan. Es verdad que hay un aura oriental en todo lo que me rodea, pero también (nuevamente, aquellos que me conocen de antaño) llevo en mi sangre algo de sabiduría druida…por lo que no es raro que de tanto en tanto hable de épicas batallas y tiempos remotos cuando los conocimientos provenían de lo que hoy llaman “mundos fantásticos”. De cualquier forma, hoy quiero transmitirle esos valores (los cuales trato de inculcarlos a quienes amo, como en el caso de mi amigo-hermano adoptivo) de los que defiendo a “capa y espada”, ja ja!!:

“Se fiel a tu alma; ama a los tuyos; vela hasta por tus enemigos; enriquece tu espíritu; enséñate a ti mismo aprendiendo del tiempo; no te conformes con lo común, lo normal y lo ordinario; rechaza la mediocridad; busca el virtuosismo en la paradójica complejidad de lo sencillo; alimenta tu Gaia. Que tus edades sean un constante escenario de aventuras y un fructífero almacenamiento de experiencias. Piensa, siente, medita y ama.”

…como verán, quizás no es algo que no hallan oído, y que en palabras sean simples, pero estas palabras que se transmitieron de boca en boca durante miles de años, hicieron que muchas personas encontraran la grandeza de espíritu. Es probable que te encuentres con que el mundo no se rige de la misma manera, y que mas de una vez el deseo de desenvainar la espada y aplicar la justicia se apoderen de ustedes cuando lleven a cabo estos valores, pero recuerden las últimas palabras: “piensen, sientan, mediten y amen.”

Ai obi et!! (lo que en un remoto lenguaje seria: “Nos vemos!!”)

Juiahnn…el último Ivaris.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Remote Earth II


"Remote Earth II, the ten dreams of Juiahnn"
is a conceptual album, from the tales of the
"astral and dreams journey" to Sperea's universe.
For more information, read
"Journey of fantasy, the Gaia's tales"
by Juiahnn Frank

1.Journey to the other world (the Gaia's call)
2The voices of element
3.Prophet of the land (the copper dragon)
4.The sacred church of God within
5.Hiddenwood
6.Trough of the dark
7.The Jibil's garden
8.Evanhy, the queen
9.Last battle of Tesareg
10.Eternal life (the Gaia's life)

Remote Earth II-The ten dreams of Juiahnn
All song produced, written, arranged and performend
by Juiahnn Frank, exept where otherwise indicated.
Recorder & mixed in Twilight Cabin from 12/2006 to 10/2007,
by Juiahnn Frank
and remixed in MI studio (L.A.-USA) by Oskar Cittati
Juiahnn uses: Ibanez & Fonseca guitars, Laney amps, Korg
Tone Work FXguitar, Twiled bass, Keyboards Korg Work Station,
and PC progrm: "Distorted Reality", "Frooty Loops",
"Liquid Groove", "Pro Tools" and "Cool edit".
MUSICIANS:
OSKAR CITTATI: keyboards on "Prophet of the land"
GISEL PAI: voices.
PAMELA SHWEBLIN: flutes & celta percussion.
JUIAHNN: everything else
ART: John Howe
See our special blogs: http//juiahnn.blogspot.com
http//guitar-zen.blogspot.com
And "Juiahnn No Autorizado" blogsite by Maia Baxter:
http//maiafromgaia.blogspot.com
This album is dedicated in loving memori to Sperea's peoples
(in the other side) and Juliana, Charles, Maxel, Raimon. & Mike.
Thanx for the inspirations!!.

(P)1977/2007 The copyright in this sound recording is owenwed by Juiahnn´s and
released under exclusive license from Twilight Cabin Ltd.
(C) 1977/2007 Twiled Limited. Published by Twilight Cabin Records.

martes, 16 de octubre de 2007

El apellido de un Samurai.


En el antiguo Japón, el tener un apellido era privilegio solo de familias imperiales, casas castas, clase alta, y de los samuráis. Luego, con el reinado de Meiji (a finales del XIX) y la socialización de las “Cuatro Casas”, las personas comunes pudieron llevar apellidos. Tanto es esto un honor, que hasta el día de hoy es muy normal en tierras niponas que a las personas se la llamen mas por el apellido que por el nombre, aun siendo amigos. Los nombres forman parte de la intimidad o de la excesiva confianza…

Durante el entrenamiento del Zen Guitar en el dojo se nos llamaba por el nombre con el que nos dimos a conocer, pues ahí éramos todos iguales, excepto el sensei al que lo llamábamos, como la costumbre del “budo”(el camino del guerrero), por su apellido. Esto es una muestra de respeto y también de cierto cariño. Por empezar el trato que se tiene con un maestro occidental es muy distinto al de un sensei oriental, pues allí hay algo de amor paternal hacia su kohai (discípulo). En fin, como sea, por más que haya bromas y haya un ambiente jocoso, por ejemplo, a George Lynch no lo llamábamos, Mr. George, sino, Sensei Lynch…y así es con todos, en muestra de respeto y cariño es Sensei Sudo, Sensei Matsumoto, Sensei Watanabe, etc…

Luego de nuestro primeros tiempos de entrenamiento en el dojo guitar, y saliendo de allí como futuros senseis, se nos prometió que a su debido tiempo, con esmero y trabajo, y como en los antiguos tiempos, debido a nuestro espíritu y personalidad íbamos a recibir “apellidos” como samuráis de la guitarra…

Hace unos días se me notificó que “ese tiempo” estaba llegando y que pronto mi nombre llevaría un apellido oriental. Noticia que por de más alegró mi alma…
Quizás para muchos, esto no signifique nada, y se preguntarán “¿Acaso no te basta con tu apellido?”, pero no es el nombre lo que representa, sino el significado y la tradición. Aunque se me otorgue apellidos como “Sacallamas” o “Minabo” (si, si, ya se que me estoy prestando para un montón de chistes fáciles) yo estaré contento, por que estaré completo como guerrero musical y maestro del arte de la guitarra oriental.
Los mantendré al tanto…
Sayounara!!

Juiahnn.

domingo, 14 de octubre de 2007

La Vía a diario.


Konnichiwa!!
Releyendo diariamente el libro “Hagakure” de Yosho Yamamoto, encuentro múltiples de lecciones de vida que bien son aplicables a la música, y que sin dudar las enseño en la escuela del Zen Guitar Kamihira Ryu. Este libro no solo enseña como debería ser el comportamiento del músico hacia los demás, sino que con uno mismo. Como el propio libro dice: “Hagakure”, (que significa “oculto bajo las hojas”) es un antiguo breviario inspirado en el célebre código “Bushido”. Nos expone la vía del guerrero, cuyos preceptos filosóficos y ética trascendental presentan al “Bushi”, la aceptación total de la vida, viviendo incluso cuando ya no tenemos deseos de vivir.
Es más que obvio que muchos de sus consejos son tomados de forma simbólica, porque no podríamos andar por este mundo moderno matando a guitarrazos a personas indignas de vivir (aunque lo merezcan), y nuestro mensaje de guerra o de paz es mediante la música.
La vía del guitarrista zen es la pasión por la música. No se puede llevar a cabo grandes hazañas cuando se está en una disposición anímica normal. Lo que uno necesita como “Guitar-Samurai” es la pasión por la música. Todo el resto vendrá por añadidura de esta pasión: la técnica, la voz personal, las composiciones, el entendimiento, la iluminación…la verdadera familia…la lealtad y la palabra de los verdaderos pares. Esto los mantendrá con la mente ocupada, con un corazón sano y sin contaminarse del mundo…

Personalmente, no tuve una semana sencilla. Hubo momentos en que realmente hubiese utilizada los códigos del Bushido no para la música, sino que, desenvainando mi katana, abría aplicado la ley justa. El mundo esta torcido y en muchos casos las personas olvidaron hasta apreciar su propia vida…aunque no me importa si un alma en perdición quiere seguir corriendo por esa vía, pero si es intolerable que éstos mismos corrompan todo cuanto toca. Entonces es cuando uno debe tener un “alma zen” por sobre todas las cosas y atenerse a las leyes actuales (lo hemos platicado largamente, con mi discípulo Jaime-San). Lo mejor que uno puede hacer en estos casos es seguir construyendo por “La Vía” nuestro propio mundo. Mediante la música escojamos quienes son merecedores de nuestra lealtad. Esto no es muestra de desprecio…porque despreciaríamos a alguien a quien le tenemos aprecio…Tan solo es no ponerle aprecio a esas personas, no existen para nosotros, ¿Por qué gastar energía en quien no quiere vivir dignamente y con honor?
En fin…todos pasamos por malas experiencias diariamente, pero por eso, mas que nunca tenemos que tener una mente zen preparada para sacar por medio de nuestras manos (sea música, pintura, escritura, u otras artes) lo más maravilloso de este mundo. Sigamos teniendo pasión por lo que hacemos.
Sayounara…

Juiahnn.
Life is precious. Guard it. (Zen Guitar)

lunes, 8 de octubre de 2007

Iluminación sonora.

Hacía tiempo que no escribía nada en el blog, y de hecho es porque estuve ocupado en diferentes actividades. Por otro lado, me cuesta mucho hablar de un tema específico sin extenderme, y que en lugar de ser un pequeño artículo de blog se convierta en una conferencia. También pienso en aquellos que me conocen (discípulos y amigos), y no quisiera repetir un tema del que tanto hablamos…aunque claro, seria injusto para el resto de los que leen este blog y no me conocen personalmente. Así que, sin ninguna idea en particular, revisé el blog de mi alumna Maia (maiafromgaia.blogspot.com) para ver en que podía “retrucarla” o alivianar mitos (ja-ja). Fue así como encontré un extenso artículo en la que habla de mi libro a salir, llamado “Jael”. Consideré que ella ya había hablado suficiente sobre esto, pero una palabra me quedo en la cabeza: “iluminación”. Así pues, voy hablar sobre eso, pero no en un sentido “religioso”, sino, musical.

Cada uno de ustedes puede hallar su propia iluminación sonora mediante la “unicidad”, la disciplina, y la honestidad. Una máxima del Zen Guitar es: “Una lagrima en los ojos, un sonido en los oídos, una melodía en el corazón”. Todos aquellos que nacieron para ser músicos tienen esa canción natural en su interior. Al principio la oímos confusa e imposible de reproducir. Con el tiempo, a medida que vamos creciendo en sentido musical, llegamos a escucharla con mas claridad pero tememos a que sea demasiado para nuestra habilidad…Entonces, cómo lograremos tocarla?
El primer paso, y como dijo Steve Vai (el Buda musical), es encontrar la “Unicidad”. Es natural que tengamos músicos a los cuales admiramos y casi idolatramos, pero el copiarlos no es el camino: primero, porque no seriamos nosotros mismos y solo seríamos uno mas del montón de los imitadores; y segundo, nos estaríamos alejando de la verdadera canción que hay en nuestro interior.
Tener influencias es muy bueno, y estudiar a otros músicos nos proporciona experiencia y ciertas técnicas. Es verdad que crecemos con influencias y que éstas construyen, con una mezcla apropiad de personalidad, nuestro estilo y voz, pero mas que “tributarlos” no deberíamos.
Tenemos que oírnos fielmente, descubrir que es lo que tenemos en particular y nos diferencia de otros. Todos tenemos ese aspecto, porque no existen dos personas iguales. Todos somos únicos, especiales e irrepetibles. Debemos conocernos en profundidad y llegar a nuestro interior meditando musicalmente. Para esto también se necesita disciplina y dedicación para trabajar la pequeña llama de la unicidad hasta convertirla en una hoguera. “Tu gran oponente es Tu mismo”. No decaigas. Lo importante es ser fiel a ti mismo y a lo que tu quieres, así podrás tocar la música de tu alma. Pregúntate cuando estés en dudas: Es esto realmente lo que quiero tocar? Me satisface hacer lo que hago? Cual es mi verdadero objetivo para ser músico? La iluminación llega con las respuestas apropiadas, un espíritu humilde dispuesto a aprender siempre, y una conciencia del Sonido Universal. “Siente la verdadera música”.
No te desanimes porque esto no es cuestión de días, sino que lleva años de profunda meditación y trabajo musical. Pero nunca te olvides de que “la maestría y el virtuosismo está al alcance de tu mano, a un paso de tu alma, y a un pensamiento de tu mente”. Todos hemos trabajado duro para conseguir una voz personal, y hasta hemos sacrificado cosas. Claro que hay pocos “avatares” como Steve Vai o Mike Oldfield (que lo saben todo), pero aun ellos pasaron por lo mismo, y están para enseñarnos de que es posible.
Pon todas tus fuerzas en la búsqueda de tu iluminación sonora, pero por sobre todo, amor. Si, ama lo que sale de tu interior, porque para decir grandes verdades tienes que estar convencido de lo que salé es de lo profundo de tu ser…y eso es algo de origen divino.
Sayounara, y los espero en el dojo!!

Juiahnn.

martes, 10 de abril de 2007

Complejamente simple?

No hará mucho tiempo atrás, mantenía un interesante monologo vía mail con dos de mis mejores amigos (Jay y Arjen), y entre los problemas existenciales que nos planteábamos (y que jugábamos a ser sabios), salió el tema de ser “simplista”; tema que, obviamente, lo relacioné con la música. Y esto fue más o menos lo que escribí…
Ser “simplista” no es ser mediocre… Para ser simplista uno llega a comprender (en sensaciones) “lo importante del todo de la vida”. Es desistir de cosas que realmente no tienen necesidad para llevar una vida plena, y esto no es ser un ignaro, de ninguna manera. Claro que es común que personas egregias y de alta reputación se llenen la boca con rimbombantes palabras que a uno lo hacen sentir “ordinario”, pero que en realidad su “supuesta sabiduría es necia para con la vida”.
Uno de los principios de el “Camino” que tanto se expresa en el Tao y que Buda lo aplicó, es que la experiencia no te la da el tiempo vivido, ni cuanto sabes y tienes, sino el tiempo meditado y reflexionado. Otros como Jesús o su imitador extremo (en el buen sentido) Francisco de Asis, apelaban a la vida simple para el conocimiento del todo.
Recuerden al joven Siddharta que transito por varios caminos y encontró su verdad en el “simple fluir de un rio” cuando ya era maduro… (lo que me recuerda a la canción en su honor “Close to the Edge” de Yes)
Yo mismo fui fiduciario a esa verdad. Me sentí eido (o semejante) al joven brahmán. Mi alma estaba desvaída espiritualmente por caer en la sabiduría del hombre, convirtiéndome en pléyade y a la vez en un ser “falsamente” portentoso, porque cuando se sabe tanto y se transita por distintos caminos de la teosofía y apostando a ensoñaciones quiméricas, se pierde todo juicio, se nubla la verdad y se apega uno al escepticismo… y uno quiere más y sabe menos, aprende más y cree en nada.
Aventurarse en dichas empresa es ser pródigo para con la vida…gasta el tiempo en querer comprenderla cuando la verdad está en fluir con ella. Claro que como occidentales nos cuesta creer esto y creemos que todo es una gran tradición y que existe un gran secreto ostentoso. Pero la verdad es simple e inexorable cuando tenemos una mente abierta y un corazón predispuesto…
Con esto no estoy diciendo que sea fácil y que “el equilibrio” te proporcione ganancias. No. Pero seremos más ricos espiritualmente.
Bien sabemos que estamos en un mundo en donde la mayor parte es antinatural con los designios divinos para con su original propósito, pero el buen estado comienza en uno mismo…en entender el milagro que uno es en la vida y saber percibir la “magia” (por así decirlo) que nos rodea.

En lo musical hay algo muy similar al simplismo y es el “espiritualismo” y en otra rama el “minimalismo”. Por ejemplo: Steve Vai recurre a las emociones fuertes del espíritu y busca la melodía simple que toca el alma en su alubión de locura, en su mayoría de las composiciones deja que lo espiritual este por sobre el virtuosismo. Ritchie Blackmore comento una vez cuando lo quisieron enfrentar a Yngwie Malmsteen: “Menos es más” y ahí lo sentís en sus espectaculares solos. Robert Fripp tuvo su transición de dejar demostrar su sabiduría en la música para que ésta toque a través de él. Mike Oldfiel piense que es mejor un solo sonido de varias voces, que una ráfaga de notas de un instrumento. Tak Matsumoto dice que “solo observando la belleza del mundo, oyendo sus sonidos, y aprendiendo del mas humilde de sus criaturas, se componen las más hermosas de las canciones”. Esa es la respuesta: “La simpleza de lo complejo”, el equilibrio, el Tao. Por eso es que descubrí que encuentro más en “Koi Uta” de Tak Matsumoto, que en “Larks Tongue in Aspic” de King Crimson (ojo!! Ambas son excelentes). Me dí cuenta que no es tanto lo que necesitamos, aun en este siglo XXI, y que se puede estar fuera del sistema viviendo en él (porque por ahora no tenemos la suerte de un Arjen Lucassen o un Mike Oldfield).

Es muy distinto ser “simplista” que ser “simple de mente” en donde en su mayoría usan las manos para sumar 4+3 y mueven su cabeza al son del “tuk, tutu tuk, tutu tuk, tutu tuk” (cumbia y esas basuras). Siempre tiene mas gracia el hombre con prosapia que putea, que el bestia que no quita de su vocabulario el “che, vo’…boludo, vite’ss!!!”

Ser sabio en lo simple es una transición y lleva su trabajo en la meditación y la contemplación del fluido de la vida, pero todas sus enseñanzas están muy lejos de ser una carga y de llevar a la frustración.
Algún momento podríamos practicar la meditación juntos. Recuerden que meditar no es solo perderse en el OM…Tanto Siddharta como Bilbo Bolson meditaban en la vida.
Todos nos encontraremos alguna vez en la gran canción que es el Universo, pero de forma simple.
Esta es la “filosofía” o la verdad de “Eric Grape”, pero ésta es aun mas simple y campechana….aunque esto es tema para otro discurso, y otras explicaciones que daré en el futuro.
Un abrazo a todos…

Juiahnn

miércoles, 21 de marzo de 2007

Mayormente Otoño.


“Aun no suena crujiente las pisadas por los senderos del bosque, pero el clima que poco a poco se vuelve fresco, anuncia que en solo días el suelo se verá adornado de algunas hojas de color sepia bajo bellos árboles vestidos de amarillo y carmesí”, pensé al caminar…
Me levanté con las primeras luces de la mañana con la intención de retener en mi alma las primeras imágenes de tan bella estación. Mentalmente me acostumbre a un orden cronológico, pero es verdad que el otoño se anunció antes de tiempo con frescas tardes que invitaban a beber algo caliente en una “platica de vapores y humos”, pero que aun flirteaba con la estación veraniega que de a poco dejaba sus pinceladas calidas en los días soleados. Hace días que el ocaso se alarga y la noche llega pronto con las últimas rondas de las aves antes de anidar…
Hoy será así, solo que si podemos decir “colorea mi alma, otoño mío, con sonidos y recuerdos, en la nostalgia de los que fueron y la esperanza de lo que aun he de hacer”, e intentamos descifrar el lenguaje secreto de las largas sombras sobre el suelo y las siluetas de altos árboles en el cielo crepuscular. Hoy soy otoño…hoy comienza a ser poesía tu existir.
Caminé, y escuche los sonidos naturales, y retuve en mi ser todo cuanto había admirado, para poder plasmarlo, cuando caiga el sol detrás de mi boscoso horizonte, con mis manos sobre el instrumento que amo. Estaré solo, pero muchos llenaran mi memoria en ese momento, y para todos ellos tocaré.
Quisiera regalarles una canción, pero mejor aun les daré el sonido para esta época. Como todo melómano incurable pensé en cientos de canciones para poder recomendarles mientras miraba los ciento de discos que adornan mi atelier (y los que guardo en cuidadosas cajas por falta de lugar), y estrujaba mi mente por querer hacer de todos ellos un CD. Tarea sumamente difícil, pues es tanta la cantidad de buena música que hay por el mundo y de bellas canciones que podrían describir al otoño… Mientras hacia esto, inconscientemente puse en mi equipo un disco, y tecleé en el mismo como buscando algo al azar. “Bella musa de la estación que da una respuesta cuando la buscas de corazón”, y así sonó en el cuarto una calida melodía llamada “Goodbye Alone” de (paradójicamente) “Mostly Autumn”. Seguramente habría miles de canciones de cientos de legendarias bandas para construir el sonido de esta estación, pero ésta misma banda, desde su nombre (algo así como “Mayormente Otoño”), me regaló su esencia. Entonces oyendo su pequeña (pero no menos importante) discografía seleccioné algunas canciones para darle un sonido a las nostálgicas tardes de otoño, y que, de corazón, pasaré a nombrarlas para que hagan su CD y así, de alguna manera, estar en comunión con los días por venir:

Del disco “The Spirit of Autumn Past”:
-Evergreen.
-The Gap is to Wide.
Del disco “The Last Bright Light”:
-Just Moving On.
-Hollow.
Del disco “Music Inspired by The Lord of the Rings”:
-Goodbye Alone.
-Lothlorien.
Del disco “Passengers”:
-Another Life.
-Pass the Clock (part 1).
Del disco “Store Over Still Water”
-Heart Life.
Y de los discos “Heart Full of Sky”:
-Blue Light.
-Broken Soldier.
-Softer Than Brown.


Deseo fervientemente que encuentren la “esencia” que yo hallé en cada canción. Que su otoño se llene de poesía, que su música brille en cada atardecer, que sus vivencias sean aventuras, y que sus recuerdos sean experiencias. Todos seremos Mayormente Otoño…
Seguiré caminando esperando que se oculte el sol…Adios.

Juiahnn.

martes, 13 de marzo de 2007

Feeling.

Llamamos “feeling” a tocar con sentimiento y con ciertas técnicas que hacen la diferencia entre tocar e interpretar. Muchas veces la mera interpretación carece de emociones, y durante toda una pieza musical solo puede parecer que se está tocando las notas correspondientes pero sin el menor sentimiento.
El feeling es quizás (por llamarla de alguna manera) una de las “técnicas” más difícil de explicar, de enseñar y de aprender. ¿Por qué? Porque (como su nombre lo dice) es “sentir la música”, “tocar del corazón”, “ponerle alma a un fraseo”… Es explicar muchas emociones en una nota, es enseñar a sentir “el calor” de una sola nota, y es, por sobre todo, a aprender a tocar esa nota con un sentimiento especial.
Uno puede ver esta diferencia entre los guitarristas, pocos en comparación pueden interpretar una pieza con “feeling”. De ahí es que se dice que el blues es difícil tocar en cuanto a sus emociones y no a su técnica, y quizás tocar jazz con “feeling” sea una dura batalla entre la técnica y la emoción. Lo mismo sucede con los guitarristas veloces…pueden tocar miles de notas, pero si estas carecen de sentimiento es solo “viri-viri”, pero para el guitarrista que toque lento tampoco es seguridad de que toque con sentimiento, y por ende, podria por aburrir a sus oyentes.
El siguiente ejercicio bien podría ser una parte de algún solo de rock progresivo o sinfónico al estilo de guitarristas con mucho feeling como David Gilmour de Pink Floyd, John Petrucci de Dream Theater, Bryan Josh de Mostrly Autumn (foto), y Arjen Lucassen de Ayreon (entre otros).
Lo ideal sería, primeramente, aprenderse el fraseo, luego buscarle un sonido en el que creen que pueda caracterizarlo (va muy bien tanto con distorsión como limpio), y luego si, darle “feeling” a cada técnica. Esto podría ser por libre interpretación, como por ejemplo (si usamos distorsión) el uso del “palm mute” (apoyando la mano derecha sobre las cuerdas en los fraseos veloces para hacer una especie de sordina) o alivianando las notas (no tocar todas con la misma fuerza, sobre todo al tocar limpio y sin efecto de “compresor”). Sientan cada nota que toquen, busquen una imagen en su cabeza al hacerlo, denle emociones al sonido…sumérjanse en una “hemorragia de placer” (ja-ja).
El punteo está basado sobre la escala menor de si (Bm), así que si tienen posibilidad, toquen sobre una guitarra rítmica haciendo solo un par de acordes en esta progresión, o simplemente con un “colchón” de teclados en ese acorde para sonar muy sinfónicos.
El “feeling” no es algo que se aprende de un día al otro, uno lo incorpora con la experiencia, aunque cada nueva canción sea esa nueva experiencia…
Tengan paciencia, y practiquen sobre todo en sus emociones al tocar.
Hasta la próxima.

Juiahnn.

lunes, 12 de marzo de 2007

La Construcción del sonido interior.


Cuando comencé a temprana edad a tocar piano, me expresaba con disciplina de técnica lo que el pentagrama me dictara de aquella música que me apasionaba. Pasaba horas intentando reproducir con mis torpes manos lo que genios en siglos pasados habían creado, y debido a esto no tardé en querer, por mis propios medios, componer una obra o simplemente una canción.
Como mi conocimiento musical y mi técnica eran muy escasas, apelé a lo que mejor sabía hacer: imaginar una historia, y con ella darle vida mediante los sonidos del piano.
Una vez terminada, orgulloso de mi creación, se la mostré a mis familiares. Habría de haber sido algo disonante, melodiosa, virulenta, confusa, parsimoniosa, alegre, macabra,…¿imaginativa?, pues no tubo una mediana aceptación hasta que no expliqué la historia. Aun así, pese a que “mi obra” no fue muy aplaudida, seguí cultivando ese instinto.
Años después, en plena adolescencia (16 años) y con algunos instrumentos incursionados, llegué a la guitarra por casualidad…¿casualidad? Dos años después, estaba trabajando como músico cesionista en un estudio de grabación, había hecho varias maquetas (demos) propias, y estaba enseñando música de manera particular (de hecho varios de mis alumnos crecieron a mi lado).
En aquella época, muchos de mis amigos guitarristas me preguntaban como había hecho en dos años lo que a ellos les llevo años de estudio. Yo solo contestaba: “Con imaginación”. Y aunque, si es verdad que pese a no tener una educación musical académica tenía conocimiento de teoría, y por mis manos habían pasado el piano, el clarinete, la flauta, la batería, y el bajo, la verdadera educación la obtuve con disciplina, imaginación, y por sobre todo, una relación espiritual con el instrumento. Estas “revelaciones” las obtuve al plantearme las preguntas que todos se plantean en un comienzo con la guitarra, tales como: ¿Cómo se compone una canción? ¿Cómo se construye un solo? ¿Cómo se puede saber donde hay que tocar?, y estas interrogantes me llevaron a investigar al instrumento como mediador (o anexo) a la música (como un ente, una esencia universal, o una fuerza creadora invisible) mas que como instrumento en sí. De esa manera, la disciplina musical se extiende a nuestro cuerpo, y hay que aprender a manejarlo e interpretarlo como al instrumento mismo.
Durante años recogí, estudié, y analicé, diferentes materiales de institutos americanos, de enseñanzas tradicionales de la música oriental, del método de Guitar Craft (dirigido por el genio guitarrista y compositor de King Crimson, Robert Fripp), y de distintas culturas, que mezclado con algunas técnicas de relajación corporal y aquel particular sentido de la imaginación que utilizaba en mi niñez (y que es la piedra angular de esto), me ayudó a crear un método de guitarra a la que llamo, “La construcción del sonido interior: pedagogía y técnica de la ejecución trascendente”, y que hoy (pese a llevar 10 años enseñando música) está preparado para ser trasmitido a todo aquel que desee aprender desde el principio, o para el que ya toca, o hasta para el guitarrista experimentado que necesite un pequeño empujoncito para seguir adelante.
El objetivo es llegar a la música como exploradores por su vibración más que por sus teorías, y así conocer su “topografía”.
Mi objetivo para cada interesado es que lleguen a:
1) aprender música tanto de las experiencias ajenas, como así de todo lo que nos rodea,
2) conocer los distintos aspectos de la música y orientarlos (en esta época de pobreza musical) al verdadero entendimiento de esta,
3) encontrar una voz interior y una personalidad propia musical,
4) hacer música como si fueran pintores artísticos, narradores de historias, o ingenieros constructores, plasmando nuestra esencia en ello, y
5) transitar por ella libremente.
Para poder lograrlo se necesita cierta intensidad de aplicaciones a nuestro estado. No basta con ser un virtuoso o un erudito del tema, pues solo seriamos meros intérpretes y no constructores de la música. Debemos tener atención, equilibrio, compromiso y humildad.
El músico se convierte en un creador de imágenes sonoras. Esto es bastante directo, excepcionalmente difícil (pero gratificante) y continuamente misterioso.
Para aquellos que ya llevan tiempo en esto, tienen que saber que debemos estar preparados y sinceramente abiertos, prestos a desaprender lo ya aprendido, para incursionar por otros caminos hasta llegar a “nuestra alma sonora”.
Al principio de este escrito te contaba acerca de mi niñez y de cómo la música me llevó por sus “tierras”. Hoy, aunque soy un poco más grande, aun siento ese cosquilleo en mi interior cuando comienzo una travesía sonora. A mi me sirvió para crecer y diferenciarme de otros, ser música (si, leíste bien: música) antes que interprete, ser músico antes que guitarrista, pero por sobre todo tener un “algo” que albergar en nuestro interior, y que si quieres, podría ayudarte a encontrarlo en vos.
Será hasta entonces…


Juiahnn

jueves, 8 de marzo de 2007

Palabras.


Voy a tomarlo de manera muy personal, y para que no crean que un “sensei” tenga toda la sabiduría para que su vida sea amena y tranquila. Todos tenemos altibajos, y yo no soy una excepción. Una máxima advierte que cuanto “mas nos iluminamos, mas debemos esperar que estemos solos”. Algunos lo llamarán subirse a una nube, pero es porque solo lo miran de abajo…
A veces la soledad viene con buenos deseos y pensamientos. Por ejemplo, ya no tendré la compañía seguida de mi pequeño hermano adoptivo Arjen, quien comienza una vida nueva en la ciudad para construir su futuro, pero no olvidando jamás de los bosques que tanto le enseñaron. A él, le deseo que encuentre el amor y la vocación para lo que ha nacido.
Nakus, uno de mis discípulos, viajó a la gran ciudad con grandes sueños y expectativas. A el le aconsejo que no se aparte del camino, y que no crea que allí las cosas son fáciles. Pero el está madurando y sabrá como seguir en la enseñanza para llegar a ser lo que quiera ser. “No te desvíes”.
Sean Lovehate, mi amigo y hermano espiritual, mi joven Govinda en busca de un dogma que apacigüe su espíritu. Ya en tu cambio de vida te he dicho que para que éste sea completo dejaras de escucharme. Ahora has madurado y estas formando planes con otro ser. Te felicito y deseo el mejor de los crecimientos en tu alma, y aunque me duela el silencio, estoy contento por tus decisiones.
Die, mi hermano menor…Doogie, como me gusta llamarte. No puedes exigirme que me juegue cuando vos abandonaste el juego para jugar otro más cómodo. Te amo como a nada más en el mundo, y eres mi satisfacción y mi sufrimiento…pero te faltan vivir mil y una vidas para comprender la mía y mis decisiones. Motherland es primordial, pero para cuando todos estén REALMENTE dispuestos….En cuanto a mi, yo no pospongo nada, solo armo bases sólidas para no ser alguien que queda en el camino…Las grandes maravillas no se hicieron de un día al otro. Creo que debemos dejar de especular sobre nuestras muy distintas vidas y concentrarnos en nuestro arte, que es grandioso.
Mi amado amigo, Capitán Richie Ryan…una vez más te pido perdón por haber muerto, y por haber vuelto a la vida. Nuestra amistad era sólida y no tiene por que dejar de serlo. Siempre serás mi maestro de vida aunque yo haya elegido una más espiritual. Realmente me haces falta y creo que nos necesitamos para hacer esas maravillosas melodías que surgían de nuestra alma. Eso cura grandes heridas. Dame otra oportunidad. Realmente te quiero y odio estar lejos de tu barco… hay mucho por hacer.
Ian, bienvenido a mi mundo y gracias por permitirme entrar al tuyo. Vamos a demostrarles a los dos bandos que podemos hacer algo bueno de nuestra fusión.
Y por último, a un gran iluminado, Federico Valiente, se que me ayudaras a mantenerme para que todo salga bien.
Hoy estoy triste, pero como diríamos en la enseñanza Zen, es porque solo estoy pasando un estado de desasosiego. Fiel al dojo y al Bushido es aceptar la vida; vivir, incluso cuando no tengamos el deseo de hacerlo. Vivir con desapego, a obrar sin esperar nada a cambio, ya entregarse por entero a la experiencia madurativa y fecunda de la vida. Vivir digno como hombre entre otros hombres, sacrificando el miedo y el orgullo. Pero por el lado Zen, hacer de cada una de nuestras experiencias, una muestra de arte.

Juiahnn.