Pain of Salvation

He caminado en este camino desde ya hace muchos años…



…he gastado todas mis lágrimas



…he dejado muchas cruces atrás.



Quizás esta vez es suficiente. Llévame a casa!


martes, 16 de octubre de 2007

El apellido de un Samurai.


En el antiguo Japón, el tener un apellido era privilegio solo de familias imperiales, casas castas, clase alta, y de los samuráis. Luego, con el reinado de Meiji (a finales del XIX) y la socialización de las “Cuatro Casas”, las personas comunes pudieron llevar apellidos. Tanto es esto un honor, que hasta el día de hoy es muy normal en tierras niponas que a las personas se la llamen mas por el apellido que por el nombre, aun siendo amigos. Los nombres forman parte de la intimidad o de la excesiva confianza…

Durante el entrenamiento del Zen Guitar en el dojo se nos llamaba por el nombre con el que nos dimos a conocer, pues ahí éramos todos iguales, excepto el sensei al que lo llamábamos, como la costumbre del “budo”(el camino del guerrero), por su apellido. Esto es una muestra de respeto y también de cierto cariño. Por empezar el trato que se tiene con un maestro occidental es muy distinto al de un sensei oriental, pues allí hay algo de amor paternal hacia su kohai (discípulo). En fin, como sea, por más que haya bromas y haya un ambiente jocoso, por ejemplo, a George Lynch no lo llamábamos, Mr. George, sino, Sensei Lynch…y así es con todos, en muestra de respeto y cariño es Sensei Sudo, Sensei Matsumoto, Sensei Watanabe, etc…

Luego de nuestro primeros tiempos de entrenamiento en el dojo guitar, y saliendo de allí como futuros senseis, se nos prometió que a su debido tiempo, con esmero y trabajo, y como en los antiguos tiempos, debido a nuestro espíritu y personalidad íbamos a recibir “apellidos” como samuráis de la guitarra…

Hace unos días se me notificó que “ese tiempo” estaba llegando y que pronto mi nombre llevaría un apellido oriental. Noticia que por de más alegró mi alma…
Quizás para muchos, esto no signifique nada, y se preguntarán “¿Acaso no te basta con tu apellido?”, pero no es el nombre lo que representa, sino el significado y la tradición. Aunque se me otorgue apellidos como “Sacallamas” o “Minabo” (si, si, ya se que me estoy prestando para un montón de chistes fáciles) yo estaré contento, por que estaré completo como guerrero musical y maestro del arte de la guitarra oriental.
Los mantendré al tanto…
Sayounara!!

Juiahnn.