Pain of Salvation

He caminado en este camino desde ya hace muchos años…



…he gastado todas mis lágrimas



…he dejado muchas cruces atrás.



Quizás esta vez es suficiente. Llévame a casa!


miércoles, 21 de marzo de 2007

Mayormente Otoño.


“Aun no suena crujiente las pisadas por los senderos del bosque, pero el clima que poco a poco se vuelve fresco, anuncia que en solo días el suelo se verá adornado de algunas hojas de color sepia bajo bellos árboles vestidos de amarillo y carmesí”, pensé al caminar…
Me levanté con las primeras luces de la mañana con la intención de retener en mi alma las primeras imágenes de tan bella estación. Mentalmente me acostumbre a un orden cronológico, pero es verdad que el otoño se anunció antes de tiempo con frescas tardes que invitaban a beber algo caliente en una “platica de vapores y humos”, pero que aun flirteaba con la estación veraniega que de a poco dejaba sus pinceladas calidas en los días soleados. Hace días que el ocaso se alarga y la noche llega pronto con las últimas rondas de las aves antes de anidar…
Hoy será así, solo que si podemos decir “colorea mi alma, otoño mío, con sonidos y recuerdos, en la nostalgia de los que fueron y la esperanza de lo que aun he de hacer”, e intentamos descifrar el lenguaje secreto de las largas sombras sobre el suelo y las siluetas de altos árboles en el cielo crepuscular. Hoy soy otoño…hoy comienza a ser poesía tu existir.
Caminé, y escuche los sonidos naturales, y retuve en mi ser todo cuanto había admirado, para poder plasmarlo, cuando caiga el sol detrás de mi boscoso horizonte, con mis manos sobre el instrumento que amo. Estaré solo, pero muchos llenaran mi memoria en ese momento, y para todos ellos tocaré.
Quisiera regalarles una canción, pero mejor aun les daré el sonido para esta época. Como todo melómano incurable pensé en cientos de canciones para poder recomendarles mientras miraba los ciento de discos que adornan mi atelier (y los que guardo en cuidadosas cajas por falta de lugar), y estrujaba mi mente por querer hacer de todos ellos un CD. Tarea sumamente difícil, pues es tanta la cantidad de buena música que hay por el mundo y de bellas canciones que podrían describir al otoño… Mientras hacia esto, inconscientemente puse en mi equipo un disco, y tecleé en el mismo como buscando algo al azar. “Bella musa de la estación que da una respuesta cuando la buscas de corazón”, y así sonó en el cuarto una calida melodía llamada “Goodbye Alone” de (paradójicamente) “Mostly Autumn”. Seguramente habría miles de canciones de cientos de legendarias bandas para construir el sonido de esta estación, pero ésta misma banda, desde su nombre (algo así como “Mayormente Otoño”), me regaló su esencia. Entonces oyendo su pequeña (pero no menos importante) discografía seleccioné algunas canciones para darle un sonido a las nostálgicas tardes de otoño, y que, de corazón, pasaré a nombrarlas para que hagan su CD y así, de alguna manera, estar en comunión con los días por venir:

Del disco “The Spirit of Autumn Past”:
-Evergreen.
-The Gap is to Wide.
Del disco “The Last Bright Light”:
-Just Moving On.
-Hollow.
Del disco “Music Inspired by The Lord of the Rings”:
-Goodbye Alone.
-Lothlorien.
Del disco “Passengers”:
-Another Life.
-Pass the Clock (part 1).
Del disco “Store Over Still Water”
-Heart Life.
Y de los discos “Heart Full of Sky”:
-Blue Light.
-Broken Soldier.
-Softer Than Brown.


Deseo fervientemente que encuentren la “esencia” que yo hallé en cada canción. Que su otoño se llene de poesía, que su música brille en cada atardecer, que sus vivencias sean aventuras, y que sus recuerdos sean experiencias. Todos seremos Mayormente Otoño…
Seguiré caminando esperando que se oculte el sol…Adios.

Juiahnn.

martes, 13 de marzo de 2007

Feeling.

Llamamos “feeling” a tocar con sentimiento y con ciertas técnicas que hacen la diferencia entre tocar e interpretar. Muchas veces la mera interpretación carece de emociones, y durante toda una pieza musical solo puede parecer que se está tocando las notas correspondientes pero sin el menor sentimiento.
El feeling es quizás (por llamarla de alguna manera) una de las “técnicas” más difícil de explicar, de enseñar y de aprender. ¿Por qué? Porque (como su nombre lo dice) es “sentir la música”, “tocar del corazón”, “ponerle alma a un fraseo”… Es explicar muchas emociones en una nota, es enseñar a sentir “el calor” de una sola nota, y es, por sobre todo, a aprender a tocar esa nota con un sentimiento especial.
Uno puede ver esta diferencia entre los guitarristas, pocos en comparación pueden interpretar una pieza con “feeling”. De ahí es que se dice que el blues es difícil tocar en cuanto a sus emociones y no a su técnica, y quizás tocar jazz con “feeling” sea una dura batalla entre la técnica y la emoción. Lo mismo sucede con los guitarristas veloces…pueden tocar miles de notas, pero si estas carecen de sentimiento es solo “viri-viri”, pero para el guitarrista que toque lento tampoco es seguridad de que toque con sentimiento, y por ende, podria por aburrir a sus oyentes.
El siguiente ejercicio bien podría ser una parte de algún solo de rock progresivo o sinfónico al estilo de guitarristas con mucho feeling como David Gilmour de Pink Floyd, John Petrucci de Dream Theater, Bryan Josh de Mostrly Autumn (foto), y Arjen Lucassen de Ayreon (entre otros).
Lo ideal sería, primeramente, aprenderse el fraseo, luego buscarle un sonido en el que creen que pueda caracterizarlo (va muy bien tanto con distorsión como limpio), y luego si, darle “feeling” a cada técnica. Esto podría ser por libre interpretación, como por ejemplo (si usamos distorsión) el uso del “palm mute” (apoyando la mano derecha sobre las cuerdas en los fraseos veloces para hacer una especie de sordina) o alivianando las notas (no tocar todas con la misma fuerza, sobre todo al tocar limpio y sin efecto de “compresor”). Sientan cada nota que toquen, busquen una imagen en su cabeza al hacerlo, denle emociones al sonido…sumérjanse en una “hemorragia de placer” (ja-ja).
El punteo está basado sobre la escala menor de si (Bm), así que si tienen posibilidad, toquen sobre una guitarra rítmica haciendo solo un par de acordes en esta progresión, o simplemente con un “colchón” de teclados en ese acorde para sonar muy sinfónicos.
El “feeling” no es algo que se aprende de un día al otro, uno lo incorpora con la experiencia, aunque cada nueva canción sea esa nueva experiencia…
Tengan paciencia, y practiquen sobre todo en sus emociones al tocar.
Hasta la próxima.

Juiahnn.

lunes, 12 de marzo de 2007

La Construcción del sonido interior.


Cuando comencé a temprana edad a tocar piano, me expresaba con disciplina de técnica lo que el pentagrama me dictara de aquella música que me apasionaba. Pasaba horas intentando reproducir con mis torpes manos lo que genios en siglos pasados habían creado, y debido a esto no tardé en querer, por mis propios medios, componer una obra o simplemente una canción.
Como mi conocimiento musical y mi técnica eran muy escasas, apelé a lo que mejor sabía hacer: imaginar una historia, y con ella darle vida mediante los sonidos del piano.
Una vez terminada, orgulloso de mi creación, se la mostré a mis familiares. Habría de haber sido algo disonante, melodiosa, virulenta, confusa, parsimoniosa, alegre, macabra,…¿imaginativa?, pues no tubo una mediana aceptación hasta que no expliqué la historia. Aun así, pese a que “mi obra” no fue muy aplaudida, seguí cultivando ese instinto.
Años después, en plena adolescencia (16 años) y con algunos instrumentos incursionados, llegué a la guitarra por casualidad…¿casualidad? Dos años después, estaba trabajando como músico cesionista en un estudio de grabación, había hecho varias maquetas (demos) propias, y estaba enseñando música de manera particular (de hecho varios de mis alumnos crecieron a mi lado).
En aquella época, muchos de mis amigos guitarristas me preguntaban como había hecho en dos años lo que a ellos les llevo años de estudio. Yo solo contestaba: “Con imaginación”. Y aunque, si es verdad que pese a no tener una educación musical académica tenía conocimiento de teoría, y por mis manos habían pasado el piano, el clarinete, la flauta, la batería, y el bajo, la verdadera educación la obtuve con disciplina, imaginación, y por sobre todo, una relación espiritual con el instrumento. Estas “revelaciones” las obtuve al plantearme las preguntas que todos se plantean en un comienzo con la guitarra, tales como: ¿Cómo se compone una canción? ¿Cómo se construye un solo? ¿Cómo se puede saber donde hay que tocar?, y estas interrogantes me llevaron a investigar al instrumento como mediador (o anexo) a la música (como un ente, una esencia universal, o una fuerza creadora invisible) mas que como instrumento en sí. De esa manera, la disciplina musical se extiende a nuestro cuerpo, y hay que aprender a manejarlo e interpretarlo como al instrumento mismo.
Durante años recogí, estudié, y analicé, diferentes materiales de institutos americanos, de enseñanzas tradicionales de la música oriental, del método de Guitar Craft (dirigido por el genio guitarrista y compositor de King Crimson, Robert Fripp), y de distintas culturas, que mezclado con algunas técnicas de relajación corporal y aquel particular sentido de la imaginación que utilizaba en mi niñez (y que es la piedra angular de esto), me ayudó a crear un método de guitarra a la que llamo, “La construcción del sonido interior: pedagogía y técnica de la ejecución trascendente”, y que hoy (pese a llevar 10 años enseñando música) está preparado para ser trasmitido a todo aquel que desee aprender desde el principio, o para el que ya toca, o hasta para el guitarrista experimentado que necesite un pequeño empujoncito para seguir adelante.
El objetivo es llegar a la música como exploradores por su vibración más que por sus teorías, y así conocer su “topografía”.
Mi objetivo para cada interesado es que lleguen a:
1) aprender música tanto de las experiencias ajenas, como así de todo lo que nos rodea,
2) conocer los distintos aspectos de la música y orientarlos (en esta época de pobreza musical) al verdadero entendimiento de esta,
3) encontrar una voz interior y una personalidad propia musical,
4) hacer música como si fueran pintores artísticos, narradores de historias, o ingenieros constructores, plasmando nuestra esencia en ello, y
5) transitar por ella libremente.
Para poder lograrlo se necesita cierta intensidad de aplicaciones a nuestro estado. No basta con ser un virtuoso o un erudito del tema, pues solo seriamos meros intérpretes y no constructores de la música. Debemos tener atención, equilibrio, compromiso y humildad.
El músico se convierte en un creador de imágenes sonoras. Esto es bastante directo, excepcionalmente difícil (pero gratificante) y continuamente misterioso.
Para aquellos que ya llevan tiempo en esto, tienen que saber que debemos estar preparados y sinceramente abiertos, prestos a desaprender lo ya aprendido, para incursionar por otros caminos hasta llegar a “nuestra alma sonora”.
Al principio de este escrito te contaba acerca de mi niñez y de cómo la música me llevó por sus “tierras”. Hoy, aunque soy un poco más grande, aun siento ese cosquilleo en mi interior cuando comienzo una travesía sonora. A mi me sirvió para crecer y diferenciarme de otros, ser música (si, leíste bien: música) antes que interprete, ser músico antes que guitarrista, pero por sobre todo tener un “algo” que albergar en nuestro interior, y que si quieres, podría ayudarte a encontrarlo en vos.
Será hasta entonces…


Juiahnn

jueves, 8 de marzo de 2007

Palabras.


Voy a tomarlo de manera muy personal, y para que no crean que un “sensei” tenga toda la sabiduría para que su vida sea amena y tranquila. Todos tenemos altibajos, y yo no soy una excepción. Una máxima advierte que cuanto “mas nos iluminamos, mas debemos esperar que estemos solos”. Algunos lo llamarán subirse a una nube, pero es porque solo lo miran de abajo…
A veces la soledad viene con buenos deseos y pensamientos. Por ejemplo, ya no tendré la compañía seguida de mi pequeño hermano adoptivo Arjen, quien comienza una vida nueva en la ciudad para construir su futuro, pero no olvidando jamás de los bosques que tanto le enseñaron. A él, le deseo que encuentre el amor y la vocación para lo que ha nacido.
Nakus, uno de mis discípulos, viajó a la gran ciudad con grandes sueños y expectativas. A el le aconsejo que no se aparte del camino, y que no crea que allí las cosas son fáciles. Pero el está madurando y sabrá como seguir en la enseñanza para llegar a ser lo que quiera ser. “No te desvíes”.
Sean Lovehate, mi amigo y hermano espiritual, mi joven Govinda en busca de un dogma que apacigüe su espíritu. Ya en tu cambio de vida te he dicho que para que éste sea completo dejaras de escucharme. Ahora has madurado y estas formando planes con otro ser. Te felicito y deseo el mejor de los crecimientos en tu alma, y aunque me duela el silencio, estoy contento por tus decisiones.
Die, mi hermano menor…Doogie, como me gusta llamarte. No puedes exigirme que me juegue cuando vos abandonaste el juego para jugar otro más cómodo. Te amo como a nada más en el mundo, y eres mi satisfacción y mi sufrimiento…pero te faltan vivir mil y una vidas para comprender la mía y mis decisiones. Motherland es primordial, pero para cuando todos estén REALMENTE dispuestos….En cuanto a mi, yo no pospongo nada, solo armo bases sólidas para no ser alguien que queda en el camino…Las grandes maravillas no se hicieron de un día al otro. Creo que debemos dejar de especular sobre nuestras muy distintas vidas y concentrarnos en nuestro arte, que es grandioso.
Mi amado amigo, Capitán Richie Ryan…una vez más te pido perdón por haber muerto, y por haber vuelto a la vida. Nuestra amistad era sólida y no tiene por que dejar de serlo. Siempre serás mi maestro de vida aunque yo haya elegido una más espiritual. Realmente me haces falta y creo que nos necesitamos para hacer esas maravillosas melodías que surgían de nuestra alma. Eso cura grandes heridas. Dame otra oportunidad. Realmente te quiero y odio estar lejos de tu barco… hay mucho por hacer.
Ian, bienvenido a mi mundo y gracias por permitirme entrar al tuyo. Vamos a demostrarles a los dos bandos que podemos hacer algo bueno de nuestra fusión.
Y por último, a un gran iluminado, Federico Valiente, se que me ayudaras a mantenerme para que todo salga bien.
Hoy estoy triste, pero como diríamos en la enseñanza Zen, es porque solo estoy pasando un estado de desasosiego. Fiel al dojo y al Bushido es aceptar la vida; vivir, incluso cuando no tengamos el deseo de hacerlo. Vivir con desapego, a obrar sin esperar nada a cambio, ya entregarse por entero a la experiencia madurativa y fecunda de la vida. Vivir digno como hombre entre otros hombres, sacrificando el miedo y el orgullo. Pero por el lado Zen, hacer de cada una de nuestras experiencias, una muestra de arte.

Juiahnn.

miércoles, 7 de marzo de 2007

La música espiritual.


El tocar un instrumento es un arte espiritual, pues es una forma milagrosa (y algo alquímica) de combinar las emociones, las sensaciones, los sonidos y la recepción de la fuerza universal sonora que vibra en toda creación. La verdad de ésta es para llegar a la elevación del alma…aunque hoy día difiere mucho de este concepto, ya que hoy día la música es tomada por los resultado de personas que conjugan sonidos para un fin, sea comercial, de entretenimiento, o como expresión de arte. Pero la música es mucho más que esto…
J.S.Bach dijo que la música solo debería ser utilizada para “la adoración a Dios”, y si bien estaba en lo cierto, tampoco es algo estricto, ya que en épocas arcaicas el mismo Dios del que Bach hablaba, permitía que su pueblo (en ese entonces los primeros israelitas) utilizaran este poder para expresar “profundas emociones del alma”, como en el caso de los Salmos del rey David.
En la cultura oriental y asiática la música constituía ( y constituye ) un acercamiento a la divinidad por medio de cánticos y mantras. Utilizaban la música como medio curativo de profundas emociones, y, al igual que las culturas celtas y nórdicas, para reafirmar una simpatía sonora con los sonidos de la tierra: “Gaia (nombre que luego se le dio a la Madre Tierra) canta a través de toda criatura y creación que se encuentra sobre ella. Desde el murmullo de las aguas y los vientos, del piar de las aves al gruñido de las fieras, hasta la suave entonación de las plantas”.
La música y el espíritu de los seres van de la mano. La música alimenta el cálido fuego de nuestra alma dándonos luz de entendimiento, hasta el poder de una gran hoguera.
La música ejerce poder. La música es espiritualmente poderosa.
En muchas culturas se habla del inicio del universo con la sagrada entonación de Dios y sus vasallos, y de la Luz sonora, energía migratoria que construyo los infinitos. El espacio da señales de esto, desde el crujir de los soles a las explosiones de las mevas, pasando por las melodías que producen las descargas de los cuerpos celestes.
La tierra (al igual que nuestros cuerpos) es un mundo de sonidos.
Los sabios de la India y del Tibet, dicen de esto:

La esencia de todo ente es la Tierra…
La esencia de la Tierra es el agua…
La esencia del agua son las plantas…
La esencia de las plantas es el hombre…
La esencia del hombre es la palabra…
La esencia de la palabra es el Saber sagrado…
La esencia del Saber sagrado es la voz y el sonido…
La esencia de la voz y el sonido es el OM…

¿Pero que significa en pocas palabras, y de forma entendible para los occidentales la palabra (o la fuerza) del OM?
Si bien los brahmanes (tribu sacerdotal de la India) dicen que “OM es el arco, el espíritu es la flecha y Dios es el blanco”, da a entender el poder de creer en el sonido para llegar a la elevación. Se explica así:

OM es la música interior del alma…
Y aconsejan para llegar a la comprensión de esta:

Realízate por medio de OM (la música interior del alma).
Piensa siempre en OM (la música interior del alma).
Canta OM (la música interior del alma).
Recita OM (la música interior del alma).
Ejercita OM (la música interior del alma).
Medita OM (la música interior del alma).
Sube a la nave OM (la música interior del alma).
Boga seguro en ella…
Y toma puerto sano y salvo en la ciudad de OM (la música interior del alma).

El comprender que crear música (con lo que esta nos dé) es un labor y un privilegio que no se debe tomar a la ligera. La música es como una especie de ente, esencia o deidad que está siempre latente y disponible para toda alma abierta. No deberíamos utilizar este poder para un propio ensalzamiento. Muchos músicos fueron inspirados por la música pero luego olvidaron la verdadera misión y la utilizaron para su vanagloria. Esto no quita de que no sean excelentes interpretes, pero si de que carecen de un espíritu verdadero. Otros comprendieron esta verdad y utilizaron los recursos que ella proporciona, logrando así una elevada espiritualidad en su música (Como en el caso de George Harrison, John McLaughlin, Steve Vai, Mike Oldfield, Steve Howe, Robbert Fripp, entre otros).
La espiritualidad es la herramienta principal para ser parte de la vibración universal, y esto se logra con humildad, disciplina y meditación. Tres factores que veremos en las próximas entregas.
Para concluir, El Gran Arquitecto Universal creo a esta fabulosa deidad a la que llamaremos, de aquí en mas, Daia. Esta es hermosamente mística y bondadosamente abierta al ser espiritual. Nuestra bella guía hacia una topografía musical que descubriremos a medida que entrenemos nuestras percepciones.
Si comenzamos a comprender crear música en si no es solo “el arte de combinar los sonidos” sino que es “el don de construir por medio de sensaciones un sonido palpable como el mundo mismo”, descubriremos toda una maravillosa dimensión en la cual visitaremos a través de nuestro propio espíritu.

sábado, 3 de marzo de 2007

El Dojo está abierto.


Hola a todos…Si, han leído bien: El Dojo Está Abierto. En tan solo unas semanas comienza la enseñanza zen de la guitarra, pero la inscripción ya está abierta para los interesados. Obviamente, los antiguos discípulos tienen su lugar asegurado, solo que con algunos cambios de horarios. Para leer sobre el “Kamihira Ryu Dojo Guitar” diríjanse al blog http://guitar-zen.blogspot.com/ en donde se da una resumida descripción sobre esta enseñanza a cargo de (mi ya amigo) el periodista mexicano Garter Drave.
Es para mi un nuevo comienzo, que aunque lleve años en la docencia, poner en practica un método propio (aunque basado en enseñanzas orientales) es una verdadera aventura y satisfacción.
Por otro lado, la temporada termino y ya se huele el otoño. Los días son templados con mañanas y tardes frescas. Los árboles ya tienen otro aspecto y el aire huele más a madera. El otoño está por comenzar y con éste todo un nuevo año de cosas (como ya han visto en el blog de Maia). Y hablando de esto, sigue en pié la búsqueda de vocalista y tecladista para Motherland, y la de casi una banda entera para Sisterland (anteriormente llamado Temné).
Sepan disculpar pues hoy no hay lección, solo el anuncio del Dojo el cual a mi (y quiero creer que a muchos interesados) me trae alegría. Visiten el blog y escriban.
Hasta la próxima!!

Juiahnn.

jueves, 1 de marzo de 2007

La Perfecta Velocidad.


Entre varios de los mails que recibo (gracias a este blog, pues ni mi esposa me escribiría por loco, ja-ja) había uno de un ex alumno, el cual me recrimina de que siempre hablo de “sentimientos antes que velocidad” alegando que en mi forma de tocar apelo mucho a “la velocidad Petrucciana”, tanto dentro de los proyectos progresivos como los sinfónicos. Por esto decidí contestarle como una lección para este blog.
Podría dar cientos de ejemplos de los pros y los contras de tocar rápido, al igual que tocar lento. De hecho, varios de mis ejemplos de “iluminados sonoros” son guitarristas que utilizan la velocidad como “pinceladas para dar color al cuadro”. Muchas veces mis alumnos me preguntaron cual es la velocidad perfecta, y la respuesta es que no hay que conseguir la velocidad perfecta, sino que hay que llegar a “La Perfecta Velocidad”, que no es lo mismo. Estamos hablando de un estado espiritual y de conocimiento musical-emocional elevado. Como dijo Chiang (pero aplicado a lo musical): “empezarán a palpar la iluminación sonora en el momento en que palpen La Perfecta Velocidad. Y eso no es tocar 24 notas por segundo, ni 32, ni 46. Porque cualquier número es un límite, y La Perfección no tiene límites. La Perfecta Velocidad es “estar allí”, con todas las notas en la mente y tocando una”.
En las enseñanzas de la guitarra zen, no solo hago hincapié en la meditación, el autoconvencimiento y la preparación mental, sino que la disciplina técnica es primordial para poder expresarse. De nada le servía a un espadachín oriental entrenar su mente si su cuerpo no estaba preparado, pero peor era tener un cuerpo hábil y una mente vacía. Con la meditación se llega al entendimiento de las cosas para así estar preparados en cuerpo. A su vez, un espadachín podía ser rápido pero no tener habilidad de lucha. De la misma forma es en lo musical. Un guitarrista que solo tiene velocidad pero que carece de total comprensión de la melodía y del espíritu de la música, no es mas que un malabarista sobre un palo con cuerdas de acero, y que por ende, termina por aburrir al oyente. Si, se necesita de la velocidad para dar matices a nuestra expresión en el momento indicado. Eddie Van Halen es un ejemplo de esto, con sus fraseos originales y sus “pinceladas” de velocidad que hacen brillar sus solos. Seguramente estarán pensando en varios músicos (como yo que me viene a la mente Bryan Josh), pero me gustaría dejarles como regalo un video que pueden ver en
www.youtube.com de Tak Matsumoto, llamado “Black Jack (live)” (http://www.youtube.com/watch?v=fKmF9471iAw) en donde ahí se puede apreciar La Perfecta Velocidad de la que hablaba Chiang, pues este “iluminado” palpó la perfección en múltiples notas para cada instrumento de la orquesta y dejó que el silencio entre sus notas “hablaran de toda una escala”.
Espero que les haya servido la lección, en especial a vos (ya sabes que la humildad es uno de los factores para llegar a tocar bien) que tanto buscas la perfección…

Juiahnn.