Ayer mismo mantuve una charla telefónica con mi hermano (él lidera con su bajo un trío progre a la vieja usanza) y me contaba que fué, por capricho de la vida, a ver un grupo de bandas “progres” que, con la excusa de tributar a Dream Theater, tocaban sus temas. La conclusión fue que de aproximadamente diez bandas solo dos fueron interesantes, y de estas dos, una (Presto Vivacce), por tener mas experiencia, pero que en resumen todas dejaban que desear…al menos para alguien que tenga sentido común y buen gusto hacia la composición. Y eso es algo que veo, lamentablemente, muy seguido: Buenos instrumentistas pero falta de genialidad o de una composición interesante. Repito: tocar difícil no es precisamente tocar bien. Es que acaso esta nueva generación no tiene en cuenta las interesantes atmósferas que creaban los pioneros en la década de los 70? Cuanto más veo esto, más interesante me parece ver a Jeff Beck conectar su strato a un Fender Tweed amp y tocar con naturalidad. Casi me suena más progresivo un cd de MR BIG que cualquiera de las actuales bandas de metal progresivo (¡¿?!).
Todo esto que digo puede parecer a “viejo quisquilloso”, pero es que me baso en “La Perfecta Escuela” (de la cual ya hablaré) y del “feeling” que se debe sentir a la hora de componer y tocar, y no hacer una composición a base de ejercicios intrincados y sin más sentido que calentar los dedos. Por eso me gustaría trascribirle la siguiente lección:

El alfabeto de los recursos técnicos.
Frente a la aparente profusión de recursos, se esconden los pocos medios básicos con los cuales se arman todas las variantes de la técnica. Es necesario que se llegue a percibir el sentido de simplificación técnica aprehendiendo la unidad de los procedimientos de ejecución.
A medida que el ejecutante progresa en su destreza, avanza hacia la simplificación.
Solo logrando la sencillez eficiente se puede expresar con la pasión más exaltada. La diversidad más amplia, la riqueza de medios, proviene de la precisión alcanzada; y esta precisión es sinónimo de sobriedad; todo lo contrario de las exuberancias de trabajo inoperante y estéril.
Las técnicas son pocas, pero tienen que ser poseídas con absoluta precisión y ejercidos con total dominio. Las variantes que resultan de su empleo son muchas, casi ilimitadas.
El músico debe poseer los recursos de la técnica incorporados a su rutina instrumental, y debe ejercerlos con naturalidad sin esfuerzo.
Es inadmisible limitarse a solo tener recursos técnicos sin emociones.
La técnica es un medio para llegar a un fin, una herramienta, un color para nuestro cuadro sonoro. Nuestras tenazas para doblar y darle forman al sonido.
Éstas se debe trabajar tan finamente al principio, que para cuando logremos tocar nuestra música, logremos utilizarlas como si no fueran parte de la misma.
Con Na-tu-ra-li-dad!!
Hasta la próxima!
Juiahnn
www.myspace.com/juiahnn
PD: Quiero agradecer al Sr. Andrés Novesky por su articulo sobre “Eric Grape” en el blog http://juiahnn-info.blogspot.com