Pain of Salvation

He caminado en este camino desde ya hace muchos años…



…he gastado todas mis lágrimas



…he dejado muchas cruces atrás.



Quizás esta vez es suficiente. Llévame a casa!


martes, 6 de mayo de 2008

Sobre la enseñanza musical.


Yo tengo una idea sobre la enseñanza de la música…que esta debe ser impartida sin un objetivo de lucro y enseñada con una importancia trascendental sobre el arte que es, para el crecimiento del espíritu, y no por una mera intención de profesionalismo para vivir de ella.
Si así fuera, como se sustentarían los institutos? Por el trabajo mismo de los interesados como “derecho y obligación a pagar por lo que quieren” y por donaciones voluntarias.

Así es mi sueño de una escuela de arte, y, a menor escala, así es la enseñanza que doy. El “ridículo” costo de cada clase no es mi medio de vida, sino que es una lección para el alumno, para pagar por lo que quiere, que si no fuera dinero sería por algún trabajo u otro arreglo. A cambio de ese esfuerzo que debe hacer el interesado (mis discípulos) obtienen una verdadera enseñanza espiritual, física, mental y cultural, en este caso, sobre el “Arte de la Guitarra”.

Llevo 25 años aprendiendo el arte de la música de distintas partes del mundo, 14 años tocando de manera profesional, 12 en la docencia, y 9 años creando un método a partir de los logros de profundos estudios sobre el instrumento (Twilight Guitar Zen): Enseño música sin un interés monetario, y como medio para la evolución del espíritu…por eso me molestan ciertas cosas, como por ejemplo, el mal uso en la enseñanza de la música.
Algunos conservatorios del estado o gratuitos (como las llamadas casas de la cultura) enseñan a tocar un instrumento como si fuese un hobby, o sin una mayor importancia que la mera interpretación, con un sistema de enseñanza “estructurado” sin permitirles la libertad de la expresión personal, y por sobre todo, olvidando la misticidad y el poder de la música…aunque para esto se encargaron institutos privados que convirtieron en carrera el don de curar con la música, algo que se obtiene con la experiencia, no pagando un arancel para ser “músico-terapeuta”. Estos institutos prometen mayor virtuosismo con respecto al alto valor del arancel monetario, y que en su mayoría, esta enseñanza están dictadas por personas de muchos títulos pero de muy poca experiencia trascendental. Y no es algo que pase solo en afamados institutos, sino que cualquiera que ostente el más paupérrimo titulo ocupa una banca laboral, sin experiencia ni con un espíritu preparado, para dar clases de música con el único objetivo de hacer de esto su trabajo. Todo esto tiene por resultado varias cosas lamentables: Malos músicos, músicos dependientes, intérpretes sin un verdadero sentimiento, músicos egocéntricos, pérdida del verdadero camino de la música, falta de cultura musical antigua y contemporánea…y por sobre todo una desvirtuación a lo que es ser músico. Luego, todos se quieren salvar a costa de la deidad sonora, cuando ni siquiera fueron rosados por esta.
No estoy condenando a quien enseña por dinero, siempre y cuando lo haga con el objetivo de hacer crecer a sus alumnos en este arte. Lo mismo con institutos o escuelas independientes…siempre y cuando el interés final no sea monetario.

Estos, son solo algunos de los motivos por el cual me estoy planteando seriamente hacer realidad la Comunidad de Enseñanza Espiritual y Artística (un legado que me dejó el propio Robert Fripp con su enseñanza del Guitar Craft), y que seguramente lo meditaré en mi futura estadía en la Sociedad Claymont para la Educación Continua (CSCE) en USA (la cual ya le contaré sobre esto).

Mis discípulos fueron seleccionados, no por su virtuosismo en la guitarra, sino por su compromiso y disponibilidad espiritual. Pagan un costo por la enseñanza. Costo que significa un sacrificio por algo que quieren. Si no es dinero (el cual es poco) es trabajo, o hasta un almuerzo o un mantenimiento del jardín. Valoran lo que les enseño y lo aplican a sus vidas.
Son mejores músicos que un estudiante ordinario? Si, mucho.
Se jactan de eso? No, porque saben que nunca se deja de ser un aprendiz. Tienen disciplina y humildad.
Y esto se debe a mi? No, se debe a que ven como dejo que la Música trabaje en mi, y entonces hacen lo mismo.
Y es por que yo soy superior? No, es porque yo solo llevo más tiempo recordando que se crear y abrirme a la Música…

Ahora, tu, después de haber leído mi reflexión, y que sientes vibrar el sonido en tu alma, ¿crees que tienes que pagar el nombre de un instituto sin la certeza de que saldrás con “entendimiento” (que no es lo mismo que conocimiento), o aprender durante años con una enseñanza pobre carente de una instrucción profunda? ¿Estoy errado?

Juiahnn.