Pain of Salvation

He caminado en este camino desde ya hace muchos años…



…he gastado todas mis lágrimas



…he dejado muchas cruces atrás.



Quizás esta vez es suficiente. Llévame a casa!


lunes, 7 de enero de 2008

Tubular Bells.

Quien me conoce, sabe que soy un melómano incurable, y con cierta debilidad por un gran artista que me marco en todos los sentidos musicales, y que hoy, las pondré al descubierto. Parafraseando los excelentes artículos de una pagina web, comenzaré así:


Las olas rompen furiosas en una solitaria playa. Sobre ella, un misterioso objeto, sobrevuela un escenario de violencia y calma. Así se presenta la portada de uno de los discos más importante de la historia de la música. Una portada que es una metáfora perfecta de la personalidad y de la vida cuyo músico, su camino nunca fue un lecho de rosas: sumido en la depresión y en una fobia social atroz, Michael Gordon Oldfield, volcó su energía vital en una obra de menos de sesenta minutos, llenos de altibajos, cambios de humor y rebeldía. Así es Tubular Bells, una ola que rompe esquemas.

Fue el primer disco de Mike Oldfield (y el primero de Virgen Records) y muchos lo consideran el mejor. Sin embargo, el propio Mike, nunca supo el por qué de tanto éxito; según él, fue grabado con medios precarios, de manera casi artesanal, y está lleno de pequeños fallos. Quizás sea eso precisamente lo que lo convierta en mito: su artesanilidad, y por supuesto, la originalidad de las melodías, encerrado en sus dos únicos cortes de un poco más de veinte minutos. Y es que el sonido puro de verdaderos instrumentos, lejos de la tendencia actual de sustituirlos por ordenadores, es mucho más emotivo y expresivo que cualquier superproducción discográfica.

La composición de Tubular Bells se remonta a unos años atrás de su publicación, en 1973. La realizó Mike cuando aun era un adolescente. Con un ambiente familiar enrarecido (su madre era alcohólica), Oldfield se refugio en su música para crear su propia realidad. Para aquel entonces, Mike tocaba el bajo y las guitarras en el grupo de Kevin Ayers and the Whole World, sin embargo, el viaje con las drogas lo postró en la cama en casa de su padre. Kevin, sin embargo lo quería de vuelta en la banda, a pesar de que no había un buen ambiente entre el joven Mike y el resto del grupo. Tiempo después el grupo comenzaba a disolverse, pero parecía no importarle mucho, ya que Kevin le había regalado una grabadora con la que Mike plasmó sus primeras ideas musicales en solitario. Bloqueando el cabezal de borrado con un pedacito de cartón, Oldfield pudo tocar y grabar el mismo varias melodías e ideas una encima de otras. El resultado fue un demo que llevo de discográfica en discográfica para que alguien se interese en ello. Es inevitable pensar que en esas sesiones ingeniosas se empezó a formar no solo el Oldfield compositor y músico, sino que también el Oldfield productor (uno de los mejores del mundo). Pero ninguna compañía aceptó la propuesta de “aquel hippy de pelos largos”. Tan solo una quiso aceptarlo pero con la condición de que le pusiera voces, algo de lo que Mike se negó, y es que una de las razones por la cual se considera Tubular Bells una obra maestra es por romper el estilo imperante de la época en donde las voces eran los protagonistas, incluso en artistas similares a Oldfield, como Pink Floyd.

Mike comenzaba a desilusionarse, pero conoció a Richard Branson, un empresario que tenía algunas disquerías, y le ofreció editar el disco en el sello que estaba por formar. Y así fue. Entre ambos y un grupo de amigos, grabaron la obra de manera artesanal en una mansión-estudio, llamada The Manor, en donde todos los involucrados en el proyecto se pasaban los días ensayando las intrincadas y complejas ideas del joven Mike. Pero esto no era facil ya que quería hacer una especie de sinfonía con varios instrumentos reales. Richard Branson le dio dos semanas en su estudio para grabar la primera parte con todas las posibilidades y facilidades. Oldfield lo tuvo todo para realizar sus sueños. Para cerrarla, Mike tuvo la idea de una melodía que se repitiera mientras iban apareciendo diferentes instrumentos que iban siendo nombrados, por el cantante de Bonzo Dog Doo-Dah Band, Viv Stanshal. El último instrumento en aparecer fueron las campanas tubulares, y Mike, a la hora de ponerle nombre al disco (que tenía pensado ponerle “Breakfast in Bed” u “Opus One”) recordó el entusiasmo de Viv al decir en el tema: “…and Tubular Bells.”
Aunque con la colaboración de algunos, el disco prácticamente fue tocado en su totalidad por Mike, que no solo se desempeñó en lo suyo (las guitarras), sino que tocó mas de veinte instrumentos diferentes.

Tiempo después, tras superar los problemas de grabación, el disco salió a la venta bajo un nuevo sello discográfico: Virgen Records (nombrado así por la precocidad de sus integrantes). Sus ventas fueron millonarias, y esto continúo en los primeros años llagando a vender 10 millones de copia en Europa. Tubular Bells llegó inmediatamente al numero uno de los mas vendidos. Pero este hecho no tuvo precisamente buenas consecuencias para Mike. El éxito arrollador, mas el hecho de haberse vuelto millonario le provocó una crisis de personalidad. Mike se escondió en una alejada colina inglesa y rehusó a entrevistas y apariciones, desapareciendo del mundo. La verdad es que estaba triste y deprimido, lo que lo llevó a hacer algunas tonterías consigo mismo, cosas que después lamentaría como el de “no haber tenido ni adolescencia ni juventud”. Aunque su mente siempre viajante y exploradora de los sonidos nunca lo abandono…pero esa, es historia para otro día.


No priven a su intelecto musical de disfrutar un disco como este, toda una obra maestra que será clásica de la humanidad, concebida hace un poco mas de treinta años.
Si están interesados en la vida de Mike, no dejen de leer la excelente biografía hecha en la pagina de “ Mundo Mike Oldfield”.
Ai obi et!!

Juiahnn.